José Ramón Romero: «No somos un gobierno de parálisis, somos un gobierno de trabajar y trabajar»

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Martiño llegó a la alcaldía de Boiro en junio del 2019
Martiño llegó a la alcaldía de Boiro en junio del 2019 MARCOS CREO

El alcalde boirense desmiente las acusaciones de inmovilismo y anuncia la presentación de ambiciosos proyectos

11 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La supuesta moción de censura para derrocar al gobierno socialista de Boiro ha hecho que, tras la dimisión de Manuel Velo, esta semana hayan corrido ríos de tinta con las declaraciones de los portavoces de todos los partidos de la oposición criticando la forma de actuar del ejecutivo local. Después de dejar hablar a todos, el alcalde, José Ramón Romero, Martiño, cree que ha llegado el momento de defenderse y rebatir uno por uno todos los argumentos, empezando por quienes lo critican de paralizar la gestión municipal. Explica que «desde el minuto uno» en el que llegaron al Concello se pusieron a trabajar intensamente y que, tras unos meses de rodaje «en los que las dificultades no fueron pocas», han sacado adelante multitud de proyectos, y muchos más que verán la luz en las próximas semanas.

«Cuando entramos en el Ayuntamiento en julio del 2019 nos encontramos con un presupuesto agotado y no había ni un euro para inversiones. Todo lo contrario, había dos millones por encima y hubo que hacer una modificación de crédito para poder pagar todas las facturas». No solo tuvieron que solucionar este desaguisado, sino que cuando ya tenían todo el cronograma de trabajo para comenzar el 2020 irrumpió «la pandemia y paralizó todo administrativamente durante cuatro meses. Hay que darse cuenta de que todos los concellos están empezando las obras ahora, incluso ayuntamientos que llevan muchos años con el mismo gobierno y tienen una dinámica de trabajo ya adquirida».

En este sentido, recuerda que el anterior ejecutivo local les dejó de herencia tener que aprobar un plan económico financiero por haber incumplido la regla de gasto en el 2018 y el 2019, lo que, junto a la crisis sanitaria, obligó a prorrogar los presupuestos el año pasado, pero ya están trabajando en los del 2021. Recalca que la gestión económica en el 2020 «fue bárbara», y prueba de ello son los resultados de la liquidación, «donde se ve que hemos hecho los deberes».

Además, Martiño dice que su equipo no ha parado de impulsar actuaciones en materia de limpieza, seguridad vial, movilidad o reparando las infraestructuras municipales que estaban en un estado de abandono total, y que por eso lo que más le molesta de sus adversarios políticos es que critiquen el inmovilismo del ejecutivo local. «No somos un gobierno de parálisis, somos un gobierno de trabajar y trabajar. Y nosotros, pase lo que pase, vamos a seguir trabajando hasta el último minuto». El alcalde boirense anunció que va a poner encima de mesa todos los proyectos que tiene en marcha, «pero nosotros no somos fantasmas, no adelantamos las iniciativas mientras no las tenemos materializadas. Yo aprendí una cosa: no anuncies una obra hasta que la tengas bien amarrada», señala, para luego especificar que varias de las propuestas son muy ambiciosas.

Falta de tiempo

Martiño también entona el mea culpa y dice que, en muchas ocasiones, por la dinámica de trabajo y todo lo ocurrido estos meses con la pandemia, «tendríamos que habernos parado y explicar un poco más los proyectos a los otros grupos políticos pero, no es porque no queramos, es porque muchas veces la situación y la falta de tiempo nos lo han impedido». De todas formas, reconoce que su intención en reunirse con todos los partidos, al mismo tiempo que recuerda que muchas de las iniciativas pactadas con BNG, Boiro Novo e IC Boiro ya están en marcha y otras se materializarán en los próximos meses. «Estamos cumpliendo, pero lo que acordamos era para un mandato y no llevamos ni dos años. No pueden decir que somos un gobierno de parálisis cuando llevamos un porcentaje enorme de lo pactado», insistió el regidor boirense.

Cree que no hay justificación para una moción de censura, y considera que muchos de los afiliados de los grupos que pretenden impulsarla no están de acuerdo con ella «y están perjudicando a sus propios partidos. A mí mucha gente de esas formaciones me dice que no la apoyan y quienes la impulsan solo buscan otros intereses que no son los de los boirenses».

Ya por último, Martiño quiso dejar claro que está harto de que le echen en cara que solo son cinco concejales: «Solo queremos que nos dejen trabajar y luego ya juzgará dentro de dos años el pueblo de Boiro en las urnas. Somos cinco que trabajan por 10, 12 o por los 17. No es cuestión de número, sino de actitud, trabajo y sacrificio, y eso a este gobierno le sobra», reconoció Juan Ramón Romero.