Las estafas «online» atacan al pequeño comercio de Barbanza

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

 María Lojo, propietaria de la tienda Lookbooky de Boiro
María Lojo, propietaria de la tienda Lookbooky de Boiro Adrián González

El aumento de las compras por Internet favorece el incremento de los delitos telemáticos

05 nov 2020 . Actualizado a las 10:41 h.

Quienes están familiarizados con las redes sociales saben que se han convertido en una herramienta muy útil para el pequeño comercio, que las utiliza para promocionarse y vender sus productos a través de Internet sin necesidad de contar con una página web propia. Entre las fórmulas que emplean muchas tiendas para ganar seguidores están los sorteos, una estrategia que no es ajena al sector barbanzano y que no ha pasado desapercibida para los delincuentes telemáticos, que suplantan la identidad de pequeños negocios utilizando su imagen e incluso sus fotos en perfiles falsos con el objetivo de hacerse con los datos personales y bancarios de internautas. Este tipo de estafas online son muy frecuentes en grandes firmas, pero ya están comenzando a afectar a emprendedores de la comarca.

Desde o inicio do estado de alarma, aumentaron as compras por Internet e, en consecuencia, os delitos telemáticos»

El envío masivo de correos electrónicos suplantando la identidad de una gran empresa, de entidades bancarias o, incluso, de organismos públicos con un enlace en el que se invita al internauta a clicar no son algo nuevo, pero ahora se están popularizando gracias a redes sociales de uso masivo como Facebook e Instagram. Las fuerzas del orden barbanzanas coinciden en que este tipo de prácticas vinculadas al pequeño comercio todavía son minoritarias, pero las hay. Y lanzan una advertencia: «Desde o inicio do estado de alarma, aumentaron as compras por Internet e, en consecuencia, os delitos telemáticos. Percíbese un incremento importante este ano».

Las estafas cometidas en la Red que se detectan en Barbanza suelen ser delitos leves: «Na maioría dos casos non superan os 400 euros», indican desde los cuerpos de seguridad.

Distintas modalidades

La suplantación de la identidad de marcas o tiendas en las redes sociales para hacerse con los datos de sus seguidores es una modalidad que está en auge que también se está abriendo hueco en la comarca, donde además se dan otro tipo de delitos telemáticos.

Uno de los más frecuentes es la compra de un producto a través de Internet que nunca llega a su destino. Precisamente, hace unos días la Policía Local de A Pobra notificó a un vecino del municipio el proceso iniciado contra él por un juzgado de otra comunidad autónoma por un supuesto delito de este tipo. El duplicado de tarjetas es otra de las modalidades detectadas en la zona.

Los correos maliciosos deben denunciarse y borrarlos sin clicar en ningún enlace

Perseguir los delitos telemáticos no es una tarea sencilla, por muchas razones, entre ellas la dificultad de seguir el rastro de los autores a través de la Red. Sin embargo, las autoridades insisten en que es imprescindible denunciar estas prácticas, y notificar la recepción de correos maliciosos o sospechosos de serlo. En esos casos, lo principal es borrarlo y no clicar en ningún enlace.

Antes de nada, hai que denunciar»

Compañías eléctricas, de mensajería, de telefonía, entidades bancarias o incluso el Ministerio de Sanidad, como se advirtió esta misma semana, suelen ser suplantadas en el envío masivo de correos electrónicos en los que se solicitan datos personales: «Antes de nada, hai que denunciar», advertía un responsable de policía local.

Sin embargo, si uno no cae en la trampa no necesariamente hay delito, por lo que las fuerzas del orden insisten en que se notifique de todas formas para que haya constancia. La Guardia Civil cuenta con un equipo especializado que a través de su propia página web informa sobre cómo hacerlo e invita a la ciudadanía a colaborar para «ayudar a disminuir la cifra negra de delitos ocultos y a dimensionar adecuadamente el problema de la delincuencia informática».

 «Teño 7.000 seguidores, non esperas que usen o teu perfil para un timo»

La suplantación del perfil de pequeñas tiendas, sobre todo de ropa, está en aumento, y Emma Outes y María Lojo, propietarias de la tienda Lookbooky de Boiro, lo saben bien. No en vano, la han sufrido en sus propias carnes: «Tiñamos en marcha un sorteo e o luns empezamos a recibir mensaxes de seguidoras e clientas estrañadas porque lles chegara un privado por Instagram co nome da tenda dicindo que eran as gañadoras e que tiñan que pinchar nun enlace no que lles pedían datos persoais e o número da tarxeta».

 Nós nunca pedimos datos persoais, e moito menos bancarios»

 Su primera reacción fue denunciar la cuenta fraudulenta desde la que se había enviado el mensaje y alertar a sus seguidores para que hicieran lo mismo: «Nós nunca pedimos datos persoais, e moito menos bancarios. Tiña visto este tipo de cousas en perfiles de persoas ou marcas moi coñecidas, pero eu teño unha tenda pequena e 7.000 seguidores, non esperas que usen o teu perfil para un timo». Lo que hacen los estafadores es usar el logotipo de la marca y su nombre para obtener información sensible: «Moléstame que se fagan pasar por min, porque é o meu nome e a miña imaxe, pero sobre todo porque poden facer un desfalco nas contas das persoas que piquen».