Abrañeira celebró su propia Festa da Malla

lucía eiras

BOIRO

dani gestoso

Pese a la cancelación de las fiestas de Boiro, el colectivo dedicó el sábado a la tarea agrícola

06 jul 2020 . Actualizado a las 18:31 h.

Si este fuera un verano normal, Boiro estaría estos días celebrando sus grandes fiestas de verano, celebraciones que fueron suspendidas debido a la crisis sanitaria del coronavirus. Concretamente, ayer habría tenido lugar la exhibición de la malla que, desde hace más de una década, se realizaba para poner en valor este trabajo tradicional de la mano del colectivo vecinal Abrañeira.

La asociación, ante la imposibilidad de realizar su exhibición anual, decidió organizar una actividad particular, en la que 15 integrantes del grupo recrearon la fiesta de una manera peculiar.

Rodeados de gente, al ritmo de un grupo de gaiteiros y golpeando el centeno para separar el cereal. Esta era la forma en la que los miembros de Abrañeira mostraban cada año su trabajo en las fiestas. En esta ocasión, las limitaciones evidentes por la situación del país, impidieron que se realizase así. El grupo, en un intento de mantener la tradición, decidió llevar a cabo la actividad el mismo día, pero sin música, sin público y sin comilona para cerrar el acto.

Cambió también la forma en la que los integrantes realizaron su exhibición, ya que no fue con mallos, la técnica tradicional para golpear la paja, sino con máquina y tractor.

Se trata de otra técnica antigua de malla que no está presente en el evento boirense, pero que los participantes quisieron reivindicar en esta celebración particular, al no ser tan reconocida como la práctica de golpeo.

Finalidad práctica

Además de mantener la tradición y contribuir a la recuperación de una técnica que corría el riesgo de caer en el olvido, la actividad realizada ayer tenía una finalidad práctica, puesto que el centeno corría el riesgo de estropearse, al estar ya plantado cuando se anunció la cancelación de las fiestas de Boiro. De este modo, el grupo Abrañeira tuvo la oportunidad de aprovechar la cosecha y mantener de alguna manera la exaltación promovida en el pasado por el Ayuntamiento.

Los 15 malladores que participaron en la acción dieron continuidad a la tradición, aunque esta vez fuese en casa y sin el apoyo de los vecinos.