Los ángeles de la guarda de Boiro

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

carmela queijeiro

Dos agentes de la Policía Local lograron salvar la vida a un hombre que había sufrido una parada cardíaca

29 may 2020 . Actualizado a las 21:26 h.

Debajo del uniforme de policía local, Fran Alcalde y Alberto Alonso bien podrían llevar un traje de superhéroe. De esos que no precisan capa, pero que dan la fuerza y determinación suficientes para saber actuar en las situaciones más difíciles. El destino los quiso poner a prueba este martes, cuando estaban organizando los puestos del mercadillo de Boiro que acababa de reanudar su actividad después de meses sin celebrarse por la crisis del covid-19.

«Eran sobre as 8.45 cando recibimos unha chamada dicindo que había unha persoa no chan ao carón da piscina municipal, e que non reaccionaba. Saímos voando, en un minuto ou incluso menos xa estabamos alí», apunta Alcalde. Al llegar al lugar vieron que había un hombre tirado boca abajo al lado de una máquina cortacésped, «y que tenía la cara totalmente violeta, casi negra, y no le encontrábamos el pulso», añade Alberto Alonso.

Ao principio non sabiamos moi ben si era polas bocanadas de aire que lle dábamos ou si se estaba recuperando»

Sin pensárselo dos veces, le dieron la vuelta y comenzaron a realizarle los masajes de reanimación cardiopulmonar. Ambos habían asistido a los cursos en la Academia Galega de Seguridade, pero afortunadamente nunca habían tenido que poner en práctica lo aprendido. Hasta ese momento. Durante cerca de 15 minutos «que se hicieron eternos» no pararon de auxiliar al hombre, hasta comprobar que poco a poco iba recuperando el color en la cara, y que incluso comenzaba a respirar por él mismo. «Ao principio non sabiamos moi ben si era polas bocanadas de aire que lle dábamos ou si se estaba recuperando», confiesa Alcalde, que agradeció mucho la llegada de los sanitarios para cogerles el relevo.

Helicóptero

Pero no acabaría aquí su trabajo y, una vez que dejaron al infartado en manos de los médicos, se ocuparon de toda la logística del suceso, intentando localizar por teléfono a la familia del hombre, a la empresa para la que trabajaba, además de coordinar la llegada del helicóptero de emergencias que trasladó al trabajador al hospital de Santiago. Es allí donde se está recuperando y comienza a recordar algo de lo sucedido, dando las gracias por esta segunda oportunidad que le llegó de la mano de dos ángeles de la guarda vestidos de uniforme.

De hecho, lo primero que le dijeron los médicos a estos policías locales fue que su actuación había sido fundamental, y que, probablemente, si no hubiese sido por ellos ahora mismo estaríamos hablando de un desenlace trágico. «Hicimos lo que teníamos que hacer», sentencia Alonso, para luego añadir que su trabajo consiste en estar al servicio de la ciudadanía.

Lo mismo opina Fran Alcalde, y lamenta que mucha gente solo vea el lado menos bueno de la Policía Local, y los asocie siempre a meter multas y detener delincuentes. «Sempre estamos para todo ou para case todo, e por unha vez vemos que o noso traballo vale de algo e ten recompensa».

Pasados unos días de lo sucedido, y ya sin la adrenalina del momento, ambos se sienten muy satisfechos de haber podido ayudar a salvar una vida, algo que les ha valido el reconocimiento de sus compañeros y también de sus vecinos, que no han parado de felicitarlos.