«Estaba en casa pagando letras, empiezo con un déficit impresionante»

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

marcos creo

Su nuevo comercio en la calle peatonal, que iba a inaugurarse el 14 de marzo, pudo estrenarse esta semana

17 may 2020 . Actualizado a las 16:16 h.

Una fecha que ya es histórica, el 14 de marzo, tiene una doble trascendencia en la trayectoria de Nuria Arufe Lires como autónoma. Precisamente ese había sido el día elegido para inaugurar su nueva tienda en Boiro, cosa que lógicamente no sucedió: «El viernes por la tarde nos mandan para casa, y yo con todo preparado».

Nada menos que dos meses ha tenido que esperar Nuria Arufe para poder estrenar su tienda, y ni siquiera ha podido hacerlo como esperaba. La puesta de largo ha sido sin celebración, dando la bienvenida a los clientes con mascarilla, guantes y gel desinfectante. Eso sí, con una nutrida colección de prendas de moda.

La propietaria de Imán abrió su primera tienda en la villa de Noia en el 2003, cuatro años más tarde nacía otro establecimiento igual en Boiro, en la avenida de A Constitución. El objetivo de Nuria Arufe era conseguir un bajo en la calle peatonal boirense, así que cuando encontró lo que buscaba no dudó en invertir para tener un nuevo local. Sin embargo, el coronavirus convirtió la ilusión de una persona con empuje en una pesadilla: «Estaba en casa pagando letras, empiezo con un déficit impresionante», confiesa.

No cuento con ganancias, me conformo con recuperar la inversión que hice»

Y es que Nuria Arufe no ha dejado de desembolsar dinero sin recibir ni un solo euro: «No cuento con ganancias, me conformo con recuperar la inversión que tengo. Mandé cartas a representantes y fábricas y hubo una casa que me aplazó el pago, pero pasados 50 días continúo a cero».

Críticas a los proveedores

Con lo vivido, Nuria Arufe también se muestra crítica con la actitud de los proveedores e insiste en que el comerciante es la parte final de una cadena en la que todas las piezas deben poner de su parte. La autónoma relata que le llegaron notificaciones sobre prendas que había adquirido meses antes: «Me decían que me mandaban la ropa con pago a 90 días. Quieren liberar sus almacenes, pero esto afecta a todos».

fue mi primer día de todo. Estaba nerviosa, como si fuese la primera vez»

El lunes, al poder abrir su nueva tienda, Nuria Arufe afirma que «fue mi primer día de todo. Estaba nerviosa, como si fuese la primera vez». Manifiesta que este oficio es el que realmente le gusta, por lo que está dispuesta a darlo todo: «Tengo ilusión y ganas de afrontar la situación».

Para ir empezando, comenta que los clientes iniciales que entraron en el establecimiento compraron, un motivo para sentirse optimista.

La profesional reconoce que no es una desconocida en el municipio, y que tiene clientela. Sin embargo, esta es una situación especial por muchos motivos: «Empiezo la campaña con una ropa que recibí en febrero. Uno de los probadores lo he inhabilitado para poner la ropa en cuarentena».

A pesar de las dificultades y de reconocer que este no es el mejor de los escenarios posibles, Arufe comenta que es optimista: «Me conciencié como si fuera a empezar de cero. A todos los negocios hay quedarles un margen de tiempo para que vayan evolucionando».

Durante los dos meses de cierre forzoso, la autónoma mantuvo operativa la página web con el objetivo de captar clientes. Sin embargo, explica: «Algo se movió, pero nada que ver si se tratase de una situación normal».

Uno de sus motivos de preocupación es la movilidad que vaya a permitirse en el territorio debido al coronavirus: «Tengo muchas clientas que son de Madrid y tienen en el municipio su segunda residencia. Desconozco cómo evolucionará todo esto». Cree que si hay visitantes, puede constituir una mayor oportunidad de ventas.