Los concellos intentan evitar que las terrazas sean una barra libre para la vuelta atrás en la pandemia

Ana Gerpe Varela
a. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

marcos creo

Las policías locales controlan los aforos y las distancias

14 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Escasas son las terrazas hosteleras que están operativas en la comarca y, sin embargo, el control de la entrada en servicio de esta actividad está convirtiéndose en un auténtico quebradero de cabeza para los ayuntamientos barbanzanos, tanto para los regidores como para las policías locales. Al hablar de este asunto, el alcalde de Boiro, José Romero, afirmaba ayer: «Tiene que haber un equilibrio entre la seguridad y la economía. Si el virus se descontrola, volveremos a tener que encerrarnos».

Desde el primer momento, los concellos expresaron su disposición a ampliar la ocupación de espacio público, pero esta permisividad está lejos de permitir que se convierta en una barra libre para la vuelta atrás en la expansión de la pandemia.

facerlles unha advertencia en canto ao número de mesas. Se queren amplialas, teñen que cursar a solicitude no Concello»

Todos están adoptando medidas, pero reconocen la dificultad. En Noia, el jefe de la Policía Local, Francisco Fernández, señaló que los agentes acudieron a las terrazas que están operativas para «facerlles unha advertencia en canto ao número de mesas. Se queren amplialas, teñen que cursar a solicitude no Concello, para que exista constancia».

Los horarios

Téñense que cumprir os horarios que están establecidos de maneira específica para as terrazas»

Por lo que respecta a Ribeira, el oficial al frente del destacamento municipal, José Bretal, señaló que está controlándose que guarden las distancias y advirtió: «Vanse vixiar os horarios. Téñense que cumprir os que están establecidos de maneira específica para as terrazas, non para a licenza que teña cada local porque, ao non poder estar a xente dentro, realmente é como si estiveran pechados».

En ningún caso se han abierto expedientes hasta el momento, pero todas las Administraciones locales se mantienen vigilantes.

El alcalde de Outes, Manuel González, explicaba que el Concello carece de una normativa de terrazas y que, como fórmula transitoria, se intentará buscar alguna alternativa que no perjudique al sector y que, al mismo tiempo, garantice las medidas de seguridad de los transeúntes.

Por su parte, la muradana Inés Monteagudo mantuvo ayer por la mañana una reunión de la junta local de seguridad para ver qué medidas se adoptan: «La mayoría de las nuestras están bajo soportales, que también son zonas de tránsito peatonal.

Otro aspecto que inquieta, y mucho, es que se permita que haya hasta diez personas juntas en una mesa. Tanto regidores como policías locales lo consideran incongruente: «É imposible garantir nesas condicións as distancias de seguridade».

El alcalde de Ribeira, Manuel Ruiz, asegura que, bajo estas premisas, la situación es incontrolable. Tanto en la capital barbanzana como en Boiro, los mandatarios han instado a la Policía Local a ir con la megafonía por las calles apelando a la responsabilidad ciudadana.