Amenazas con arma blanca y pedradas de furtivos a guardapescas de Cabo de Cruz

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

Ana Gerpe

La Policía Autonómica interceptó en Cespón a tres mariscadores ilegales

07 jun 2021 . Actualizado a las 20:11 h.

Ni confinamiento ni respeto a los recursos marisqueros, el sustento de miles de familias de Arousa. Los furtivos están dispuestos a vulnerar cualquier norma y, por lo acontecido en concesiones de Cabo de Cruz, a costa de quien sea. Además de verse expuestos al contagio, los guardapescas ven peligrar su integridad física. El último incidente tuvo lugar la madrugada de ayer, cuando un mariscador ilegal amenazó a un vigilante con un arma blanca.

Ocurrió en el banco marisquero de la Ladeira de Triñáns, donde los guardapescas localizaron a dos personas en el mar con rastros sacando bivalvo. Con el ánimo de cogerlos con la mercancía en la mano, los vigilantes se internaron en una zona arbolada. Para su sorpresa, allí se encontraron con que había un tercer implicado que, precisamente, hacía labores de control.

En cuanto vio a los empleados de la cofradía echó mano a su bota izquierda para sacar un puñal que amenazó con utilizar. Afortunadamente esto no sucedió y aunque los tres furtivos pudieron escapar, los guardapescas pudieron identificarlos y, además, recuperar 107 kilogramos de bivalvo que fue devuelto al mar.

Peor parado salió hace unos días otro vigilante de la cofradía de Cabo de Cruz, al que un furtivo le lanzó una piedra de considerable tamaño que, lamentablemente, hirió en la cabeza al trabajador causándole un hematoma.

El mariscador ilegal llevaba la cara tapada, por lo que aunque pudo recuperarse el marisco fue imposible saber quién era. En estos días, los vigilantes de Cabo han localizado diversos rastros escondidos en el monte.

Por su parte, agentes de la Policía Autonómica identificaron ayer por la mañana a tres personas que estaban faenando sin permiso en la zona de Cespón, también en Boiro.

Al parecer, todos ellos son reincidentes y ya han sido denunciados, al menos, en otro par de ocasiones. Se da la circunstancia de que uno de ellos se encontraba en la playa buscando el bivalvo acompañado por un perro, que también escarbaba en la arena en busca de marisco.