Aunque en un primer momento pensaron en repartir el botín, acabaron entregándolo
09 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Un día como hoy de 1993, poco después de las tres de la tarde, media docena de chiquillos jugaban a la espera de que tocara el timbre para entrar en los colegios Praia Xardín y Santa Baia de Boiro. Uno de ellos, en su intento por esconder la pañoleta de una amiga, encontraba entre unos matorrales un bolso marrón, en cuyo interior había varios fajos de billetes envueltos en papel de aluminio.
La primera idea de los niños fue repartirse el botín, pero ante las reticencias mostradas por algunos, acordaron contarle lo ocurrido al conserje del Praia Xardín, que puso los hechos en conocimiento de la Policía Local. Un agente trasladó el hallazgo a la casa consistorial, donde se hizo un recuento del dinero y el secretario municipal acabó certificando que había más de un millón y medio de las antiguas pesetas, casi 10.000 euros.
Nunca llegó a saberse la identidad del propietario de aquel bolso ni el destino de los fajos, aunque algunos los vincularon con el tráfico de drogas. De hecho, durante un tiempo los padres temieron represalias hacia los niños que hallaron el dinero.