Un camión volvió a quedar atascado en el lugar de San Martiño

Jose Manuel Jamardo Castro
j. m. jamardo RIBEIRA/LA VOZ

BOIRO

CARMELA QUEIJEIRO

El vehículo quedó liberado poco después de las cinco y media de la tarde

06 nov 2019 . Actualizado a las 21:27 h.

La tranquilidad de la pequeña aldea de San Martiño, en Boiro, se vio alterada poco después de las diez de la mañana cuando un vehículo articulado volvió a quedar atrapado en su estrecha pista. Pero los residentes ya son veteranos en situaciones similares. Y es que desde que las altas tecnologías guían a los conductores, los GPS los meten por esta extraña ruta rumbo en dirección al Bodión. Llueve sobre mojado. Este tipo de incidentes se producen con demasiada frecuencia en el lugar. La última que recuerdan fue un vehículos que quedó atorado entre las casas y los muros en el mes de agosto.

El paso de tráileres por esta zona disminuyó en los últimos meses. Los residentes estaban hartos, pues en alguna ocasión llegaron a contar hasta tres incidentes al día con camiones implicados. Cansados de las molestias se plantaron en el Concello para pedir soluciones. Operarios municipales colocaron cuatro señales antes de llegar a la aldea, pero ni aún así. «A pesares de que hai indicacións advertindo do perigo, algún métese igual», comentaba una vecina.

«Oír un camión, é botarse a tremer», señalan, aunque en muchas ocasiones, el que pasa es solo el repartidor de gaseosas o de gas. Aún así, tienen el corazón en un puño cada vez que escuchan el motor de vehículos grandes.

Salida en Vilariño

El conductor del tráiler que vio truncado su viaje regresaba de A Pobra donde había cargado la mitad del camión. Tenía que ir a O Bodión para terminar de llenar la plataforma. El GPS lo llevó hasta la salida de Vilariño para guiarlo hacia Abanqueiro por las inmediaciones del cementerio de Vista Alegre pasando por el centro del lugar de San Martiño, donde la estrechez de la pista le impidió continuar.

Nada más quedar inmovilizado, se alertó al 112 que envió a la zona a Protección Civil, Guardia Civil y Tráfico para evitar que otros automóviles quedasen atrapados y colaborar en las labores para desatascar el vehículo.

Los residentes están acostumbrados a estas situaciones y ya se lo toman con mucha paciencia. A pesar de que el camino queda cortado, lo bueno es que la aldea tiene dos salidas y no altera mucho la vida de los vecinos, debido a que tienen otras alternativas para ir a sus trabajos o llevar a los chiquillos al colegio.

Pero lo que no entienden algunos es como los conductores continúan quedando atrapados en la estrecha pista de San Martiño, ya que antes de llegar hay instaladas cuatro señales que advierten del peligro. Incluso la última es de dirección prohibida, pero, aún así, «seguen a meterse ata que, ao final, teñen que parar en busca de axuda».

Fue necesaria la ayuda de una grúa de grandes dimensiones para sacar el tráiler

La presencia de un vehículo articulado atrapado en el núcleo boirense ya no es ninguna novedad para los residentes. Ayer, el camión estuvo ocupando todo el camino y entorpeciendo el paso, incluso de los peatones, cerca de nueve horas hasta que pudo ser liberado con la ayuda de una grúa de grandes dimensiones.

Nada más quedar atascado, el conductor intentó salir del atolladero con la ayuda de la Guardia Civil de Tráfico. Al no ser posible, se dio aviso a una grúa que llegó a San Martiño poco después de las cuatro de la tarde.

Las maniobras para liberar el camión se prolongaron hasta poco antes de las seis de la tarde, hora en la que pudo continuar su viaje hasta la empresa conservera de O Bodión.

Desperfectos

Pero la presencia de estas pesadas máquinas por el centro de la aldea también tiene costes materiales. Según apuntaron varios afectados, en muchas ocasiones derriban algún que otro cierre y estropean los caminos.

La instalación de las señales redujo de forma considerable estas situaciones pues, incluso, «nalgunha ocasión chegaron a circular por aquí ata tres camións grandes nun só día», explica una vecina.