La selección nacional femenina prepara en la comarca su gran reto internacional, el campeonato europeo
19 jul 2019 . Actualizado a las 19:21 h.«Las Leonas muerden, las Leonas rugen, las Leonas son feroces, las Leonas son las que trabajan». No, no es el comienzo de un documental, sino el símil que condensa la filosofía de los 22 talentos que conforman la élite del voleibol nacional o, como las conocen sus rivales antes de tragar saliva, las Leonas del Vóley. Y son las palabras del entrenador de la selección española femenina, Pascual Saurín, tras su llegada a Boiro, donde el combinado estatal se prepara para su gran reto internacional, el campeonato europeo que se disputará en Eslovaquia, Hungría, Polonia y Turquía. El estreno de España será el 23 de agosto en Bratislava.
La elección de Boiro como sede de esta concentración no ha sido al azar. El verano pasado se adiestraron aquí y acabaron logrando el pase al máximo torneo continental, pero no fue el único factor determinante. «No es solo la situación geográfica y el clima o lo bien que nos trata el club local y el Ayuntamiento en cuanto a recursos o instalaciones», explicó el técnico, para destacar que también «se trata de devolverle a Galicia todo lo que nos ha dado».
Ahora somos un equipo de verdad, sabemos a qué jugamos, lo que queremos y cómo conseguirlo»
No le falta razón. Entre las 22 jugadoras que optan a uno de los 17 puestos en el bloque hay tres gallegas y una de estas es Elia González, quien se ha ganado a pulso ser la portadora del brazalete. «Ha sido un proceso de muchísimas horas de trabajo, esfuerzo y compromiso. Ahora somos un equipo de verdad, sabemos a qué jugamos, lo que queremos y cómo conseguirlo», expresó la capitana, que se forjó en el Liceo de A Coruña y que en su trayectoria en la selección ha visto la gran transformación vivida y el salto de calidad.
Generación dorada
A la renovación de la anterior plantilla -la primera generación dorada, del 2003 al 2009- con sangre joven se sumó la llegada de la doctrina de Pascual Saurín, que supuso una auténtica revolución en unas directrices que siempre habían buscado la intensidad en el juego. Aquella no era la premisa que permitió exprimir el verdadero potencial.
«Nuestra fortaleza está en el punto largo, nos sentimos bien en defensa y apoyando, jugando contra el bloqueo y marcando nuestro ritmo de partido», analizó Saurín del estilo de España, un arma letal para equipos que no están acostumbrados a esta dinámica, pero que exige mayor carga de entrenamientos.
Sabemos que todo el mundo está expectante y los ojos están puestos sobre el deporte femenino, por eso somos conscientes de nuestra responsabilidad»
«Sabemos que todo el mundo está expectante y los ojos están puestos sobre el deporte femenino, por eso somos conscientes de nuestra responsabilidad», anotó el entrenador sobre lo que supondrá su participación internacional en un grupo que comparten con gigantes como Alemania o Rusia -completan la lista Eslovaquia, Bielorrusia y Suiza-. La primera prueba de fuego para España antes del europeo la tendrán hoy, a las 19.30 horas, sobre el parqué de A Cachada. Ese será el escenario de su primer partido preparatorio ante Hungría.
«No les hemos perdido el respeto, sino el miedo», adelantó Saurín sobre la exigencia de esta disciplina a nivel internacional y de lo esencial que fue haber acumulado experiencia llegando a disputar la final four de la European Golden League. «Haber entrado en el campeonato de Europa es un premio al esfuerzo, una recompensa, sí; pero no vamos allí a pasearnos, nuestro objetivo es competir y luchar para pasar de grupo», sentenció González sonriendo.
