Las fiestas de Boiro se despiden con la cita pendiente de los fuegos

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

El Concello ultima una fecha para la tirada, ante la imposibilidad de lograr a tiempo ayer toda la documentación

11 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Finalmente no pudo ser y las fiestas de Boiro llegaron a su fin sin que se pudiera poner como guinda una espectacular sesión de fuegos de artificio, que el pasado domingo tuvo que suspenderse por la falta de los correspondientes permisos. Desde primera hora de la mañana de ayer los comentarios en la calle no paraban de sucederse, puesto que vecinos y visitantes se preguntaban si finalmente podrían asistir a la tradicional sesión de pirotecnia. También desde el Concello confiaban en tener margen de maniobra suficiente para que se pudiera realizar, puesto que Portos de Galicia había acelerado los trámites y dado su permiso, y únicamente faltaba que la empresa aseguradora hiciera lo propio.

Sin embargo, la «documentación imprescindible» no llegó a tiempo para poder montar los fuegos en la playa, por lo que el Concello decidió posponerlos a otra fecha que todavía está por determinar, ya que es necesario volver a solicitar todas las autorizaciones pertinentes para ese día. «O Concello de Boiro pide desculpas a todos os veciños por este imprevisto contratempo, e segue a traballar para que toda a veciñanza poida gozar, nas próximas datas, de este significado espectáculo pirotécnico», se explicaba en el comunicado oficial que, a primera hora de la tarde, confirmaba que el cielo de Boiro no iba a iluminarse ayer con los fuegos artificiales.

Público entregado

Ese no fue el único contratiempo de los festejos de este año, puesto que la actuación de la orquesta Panorama también sufrió un pequeño revés en forma de subida de tensión. Sobre las dos de la madrugada el escenario se quedaba totalmente a oscuras y en silencio debido a una avería en el suministro eléctrico, supuestamente por una excesiva carga de equipos de luz y sonido. Aunque en cinco minutos parecía que todo se había arreglado, volvió a irse la corriente, por lo que la reparación se demoró cerca de media hora.

Sin embargo, esto no fue obstáculo para que la multitud de gente que abarrotó la plaza de Galicia -no había ni un solo metro cuadrado libre- se desanimara, puesto que muchos continuaron cantando a capela a pesar de que la música se había cortado. La actuación se prolongó hasta las cinco de la madrugada, un concierto que tuvo al público entregado hasta el final.

La música también fue la protagonista en el jornada de despedida de las fiestas, ya que la charanga Brassica Rapa y el grupo Xilbarbeira se encargaron de recorrer las calles, que volvieron a llenarse de gente durante la noche de despedida.