El acertante de la porra organizada por A de Quin donará parte del premio a la organización benéfica
29 jun 2019 . Actualizado a las 09:14 h.Nació como una forma de quitar hierro a la tensión propia de la campaña electoral, pero la iniciativa de Joaquín Riveiro para hacer una porra muy particular sobre los resultados de los comicios municipales en Boiro alcanzó una repercusión inesperada. E imprevisto ha sido también el resultado final, ya que el suculento premio que llevaba consigo acertar el reparto de concejales y el nombre del nuevo alcalde acabará en Cáritas.
En la pulpería A de Quin se instaló en las jornadas previas a las votaciones una urna en la que, según cuenta el responsable del establecimiento, se depositaron un millar de papeletas con el pronóstico del reparto de concejales entre las seis fuerzas políticas que concurrieron a las municipales y la identidad del candidato llamado a convertirse en regidor. Pasadas las elecciones tocó hacer recuento, y de esos mil votos resultó que casi una treintena habían acertado el número de ediles de cada uno de los grupos, pero solo seis de ellos dieron además el nombre correcto del nuevo alcalde.
Riveiro, que se encargó del recuento de papeletas, explica que de las respuestas que contenían se desprende que «a xente está ben informada da política municipal», tanto que fue preciso recurrir al desempate entre los seis acertantes.
Mano inocente
Para ello, se efectuó un sorteo, que tuvo lugar a última hora del jueves y que contó con el alcalde, José Ramón Romero, Martiño, como mano inocente: «Como só leva 15 días podemos considerar que aínda é unha man inocente», bromeó Joaquín Riveiro. Así que fue el regidor el que sacó el boleto ganador ante la mirada de curiosos y clientes -entre ellos otros concejales, como Raquel Suárez, Carlos Blanco Ansoar o Carlos Rodríguez Muñiz- y determinó que Francisco González, Pacucho, era el flamante ganador.
La amplia participación en esta particular quiniela política podría explicarse fácilmente por lo suculento del premio, que incluía desde estancias en casas de turismo rural a diversos productos, como un cargamento de 30 kilos de pulpo. Pero el afortunado vencedor no tenía intención de comerse semejante cantidad de cefalópodo, así que decidió donar el lote de regalos comestibles a Cáritas para que la entidad lo distribuya entre las personas sin recursos del municipio.
«É bonito que algo que fixemos un pouco de broma ao final acabe redundando na xente que o necesita», destacó Riveiro, que ya se ha puesto en contacto con Cáritas de Boiro para la entrega del premio.
Algunos cambios
Sin embargo, y tras consultarlo con la organización benéfica, habrá algunos cambios. El lote que le tocó a Pacucho por su buen ojo para la política municipal contiene productos como gambones, además de los 30 kilos de pulpos, pero la mayoría serán sustituidos por otro tipo de alimentos de primera necesidad o que cubren en mejor medida las carencias de las familias que acuden a Cáritas.
Aunque se sustituyan algunos de los productos previstos añadiendo aquellos que los responsables de la entidad consideren más necesarios, como carne y pescado, el valor del premio se mantendrá invariable, e incluso se incrementará un poco con nuevas aportaciones: «Xa que ao final insto vai ser algo solidario, imos engadir algo máis para redondear o lote».