Ascenso y caída del Boiro

BOIRO

Carmela Queijeiro

Tras lograr el título en el 2016 y llegar a Segunda B, el equipo regresa a Preferente seis años después

03 may 2019 . Actualizado a las 11:54 h.

El Boiro certificó este miércoles el descenso a Preferente tras perder contra el Porriño. El conjunto de Barraña pone punto y final a una época dorada, en la que levantó el título de Tercera del curso 2015-2016 y en la que logró ascender a Segunda División B. Los impagos a futbolistas, los descalabros económicos y una deuda galopante que rozó el medio millón de euros fueron la condena del club barbanzano. Esta es su historia de ascenso y caída.

El inicio

Proyecto ambicioso. En el 2010, David Places y Mario Otero tomaron la dirección del equipo. Junto a ellos llegó Changui como director deportivo, quien abandonó el club a final de curso por desavenencias con los dos dirigentes. Ese año, el equipo jugó la fase de ascenso, pero, a pesar de vencer al Barbadás, no subió a Tercera. Lo mismo ocurrió un año después, ya con un equipo creado por la directiva.

Etapa de Gelucho

El ascenso. Fue en el 2012 cuando Gelucho, hoy entrenador del Arenteiro, tomó las riendas del Boiro. Ese curso, el equipo, con Cardeñosa, Armental y David Calo como referencias, logró alzar el título de Preferente y subir de categoría. El efecto del técnico de Cacheiras se alargó una temporada más. Ya en Tercera, el Boiro finalizó tercero y jugó la fase de ascenso a Segunda B, donde cayó en primera ronda contra el Náxara. En el 2014, los de Barraña rozaron el descenso y la directiva cesó a Gelucho. Juan Carlos de Andrés tomó el relevo, aunque fue Rubén López quien logró mantener la categoría.

La temporada perfecta

La liga. En el 2015, David Places, ya sin Mario Otero, hizo su apuesta más fuerte hasta la fecha. José Luis Lemos fue el elegido para dirigir un trasatlántico que contó con algunos de los mejores jugadores de la categoría, como Cano, Rubén Rivera, Sidibé o Reguero. Después de una temporada en la que el equipo fue un auténtico martillo, logró el título contra el Cerceda en Barraña. El equipo consiguió en Mieres, contra el Caudal, el ansiado ascenso a Segunda B.

Un año para soñar

Segunda B. Lemos se marcha y el Boiro ficha a Fredi para afrontar la primera y única temporada de su historia en Segunda División B. Con un equipo en el que no se escatimó en fichajes, los jugadores lograron mantener la categoría tras vencer al Burgos. Pocos se imaginaban que la alegría se terminaría muy pronto.

El inicio de la pesadilla

Deudas y denuncias. Una deuda de 94.000 euros condenó al Boiro a caer de categoría. Esa era la suma que se le adeudaba a la plantilla, que había denunciado al club a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Después de varios episodios, en los que se llegó a acusar a un grupo mexicano de estafa, el equipo descendió en los despachos. Ese fue el inicio de una muerte que ya había sido anunciada durante el curso.

El caos

Problemas económicos. Para sobreponerse al batacazo, y ya con una junta gestora al frente del club, se llamó a José Luis Lemos para reflotar un barco que estaba a punto de convertirse en el Titanic. El coruñés tomó las riendas de la escuadra y confeccionó una plantilla para buscar un nuevo ascenso. El proyecto naufragó desde el primer día, ya que los problemas con los pagos a los futbolistas fueron la tónica dominante de toda la temporada. En Navidad, Lemos, que había metido al equipo en fase de ascenso, abandonó el club. Falagán fue el elegido como entrenador, pero duró apenas unos partidos. Víctor Santos finalizó la temporada en el banquillo, poniendo punto y final a la trayectoria de David Places en Barraña.

La herencia

Al borde de la desaparición. Con una deuda que alcanzó los 430.000 euros, y tras la marcha de la junta gestora, el pasado mes de junio Changui asumió el reto de salvar un equipo que rozó su desaparición tras ser denunciado por los jugadores por impagos de la temporada anterior.

Descenso

Sin margen. Con una plantilla confeccionada a contrarreloj, cuando el resto de clubes empezaban ya la pretemporada, el Boiro salió a Tercera División con un equipo de futbolistas de la zona, aunque la mayoría inexpertos en la categoría. Las lesiones de pesos pesados como Cardeñosa, Anxo o Changui condicionaron al bloque, que sufrió sobremanera para imponerse a los rivales en su propio feudo. El cambio de Luis Santiago por Rubén López no terminó de funcionar y el Boiro consumó su caída.

Changui: «Queremos loitar por volver a subir»

Tras tomar las riendas de la presidencia del Boiro en el momento más dramático de su historia, Marcos Yáñez, Changui, tiene claro que el proyecto no se termina con el descenso a Preferente: «Despois de ver a situación na que collemos o club, baixar é un mal menor. Sabiamos que era algo que podía pasar, que había altas posibilidades de que así fose, pero queremos estabilizar o Boiro e as escolas, independentemente da categoría».

El primer reto del punta era el de «sanear o club economicamente. Nese obxectivo imos ben encamiñados. Grazas ao apoio do Concello, das empresas e dos socios puidemos pagar unha parte importante». De los cerca de 430.000 euros de deuda, actualmente tienen un pasivo de unos 130.000.

Pero los objetivos no se paran ahí, el presidente ya planifica la nueva temporada: «Toca preparalo todo. A nosa primeira opción é que Luis Santiago quede. Queremos falar con el, estamos moi contentos, pero se non é posible teremos que seguir. A partir de aí queremos confeccionar un equipo competitivo, á altura do club. Queremos loitar por volver a ascender, esa é a intención, pero despois o fútbol é o que manda. Se non se consegue, teremos outra oportunidade o seguinte ano. O que teño claro é que pelexaremos para poñer ao club á altura da súa afección».

La grada

Para Changui, la pieza más importante del proyecto son los incondicionales que no han fallado un solo día: «Temos unha afección da que carecen moitos equipos de Terceira División. A pesar da tempada, na que tivemos moitas dificultades, non fallaron un só día. Comezamos ben, pero na segunda volta faltounos un pouco de sorte».

Sobre si quiere mantener el grueso de la plantilla, el boirense reconoce que «a intención é a de renovar unha parte importante. Hai xogadores que terán ofertas de Terceira e será difícil mantelos aquí. Volveremos a contar coa xente moza, do Barbanza, e algún da canteira tamén estará na pretemporada. Logo serán eles os que demostren se valen para Preferente».