Fiasco hotelero en la Semana Santa

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

CARMELA QUEIJEIRO

Los negocios barbanzanos tienen una media de reservas de entre el 40 y el 50 % para los días festivos, una de las ocupaciones más bajas de los últimos años

14 abr 2019 . Actualizado a las 13:19 h.

«Teníamos prácticamente todas las habitaciones concertadas desde hace un mes, pero esta semana han caído la mitad», comenta Ana Queiruga, regente de un establecimiento de Portosín. En términos similares habla Pablo Patiño, que está al frente de un hostal situado en el ribeirense paseo de As Carolinas: «Hay mucha incertidumbre. Cada día va cayendo alguna reserva». Los datos aportados por propietarios de negocios hoteleros confirman un fiasco en la ocupación de esta Semana Santa en la comarca, lo que rompe la buena tónica de años precedentes.

Según la información recabada, las reservas para las jornadas festivas oscilan entre el 40 y el 50 %, pero las perspectivas reales de ocupación son inferiores por las cancelaciones que no dejan de sucederse. En cuanto a los días previos a Jueves Santo, la demanda de habitaciones está bajo mínimos. Así lo indica Fernando Blanco, gerente de un hotel en Boiro: «Estamos ao 50 %, pero só a partir do 18, os outros días é máis baixa. O ano pasado foi mellor, chegamos ao 80 %».

A última hora

La mayoría de los consultados coincidieron en manifestar que las reservas que tienen empezaron a producirse en los últimos dos meses: «Nótase un baixón, e penso que non é debido unicamente ás previsións de mal tempo. As condicións foron boas ata hai un par de semanas. Outros anos empezabamos a recibir chamadas en xaneiro», comenta la rianxeira Carmen Ferreirós.

Por su parte, Maika Tubío, encargada de la gestión de reservas en un hotel emplazado en A Pobra, indica que no esperan llenar y que la previsión es poder ocupar la mitad de las habitaciones.

Entre los empresarios consultados hay disparidad de criterios a la hora de evaluar la caída de las reservas en relación a años precedentes. Muchos atribuyen la causa al mal tiempo. Sin embargo, otros creen que también existe mayor incertidumbre económica entre los ciudadanos.

Entre quienes se muestran satisfechos por el grado de afluencia de clientes figura Anxo Rodríguez, gerente de cámpings en Ribeira y A Pobra. Explica que, por ejemplo, en el negocio que regenta en la villa pobrense tienen concertados el 70 % de los bungalós: «Considero que está bastante bien».

Carlos Tomé, que dirige un local en Noia, tampoco tiene motivos para quejarse. Es él único de los negocios consultados que afirmó estar al completo desde hace dos semanas. Aseguró que la mayoría de sus clientes proceden del territorio nacional.