El fútbol como tradición familiar

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

CARMELA QUEIJEIRO

Los dos hermanos, entrenadores de Bealo y Sporting de Lampón, comparten pasión por el fútbol desde su niñez

02 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue en A Madalena, en la parroquia de Lampón, donde los hermanos Javier (Boiro, 1972) y José Carlos Romero (Boiro, 1980) dieron sus primeras patadas a un balón. Donde hoy está instalada una marquesina, ambos soñaban con emular a las estrellas del deporte rey. Junto a sus hermanos Toño y Pablo, el fútbol se convirtió en tradición en casa, pero han sido ellos dos los que siguen avivándola. Javier, desde el banquillo del Bealo, y José Carlos dirigiendo al Sporting de Lampón.

Se vieron las caras el pasado domingo en A Lomba. Con victoria para los de A Mina por 0-4. El técnico vencedor, José Carlos, reconoce que «plantáronos cara ata o minuto 70, pero este ano non están tendo sorte. Merecen máis puntos, pero cando marcamos o segundo viñéronse abaixo». Aunque le escoció la derrota, Javier se comió el orgullo al terminar el duelo: «Sempre tivemos boa relación. Vemos o fútbol da mesma maneira. Aínda que estaba tocado por dentro, ao rematar estivemos falando. O deporte é para divertirse e aprender».

Tras las primeras patadas en A Madalena, los dos hermanos maduraron en A Mina. «Non era coma agora, pero ao meu irmán sempre lle vin algo especial. Era un gran xogador, de toque e calidade. Intentei aconsellalo o mellor posible», confiesa Javier, quien militó en el Boiro siendo un chaval. Dos roturas de rodilla y otra de ligamento cruzado le cortaron las alas con 20 años. «Cando eu comezaba el xa xogara en Terceira e Preferente. Sempre foi a persoa á que seguir, un guía para min», reconoce José Carlos.

¿Por qué no juntos?

Ambos defienden un fútbol de toque, atractivo para el jugador, pero también para el espectador. Sobre si alguna vez pensaron en coger un equipo juntos, José Carlos reconoce que sí, que no sería una mala idea: «Gustaríame, penso que sería moi positivo. Creo que sería mellor noutra categoría, por exemplo nun xuvenil de Liga Galega. Complementámonos moi ben. El é máis veterano e pode percibir cousas que eu non consigo, e viceversa».

Con esta opción encima de la mesa, ambos valoran la temporada de la plantilla del otro. Para Javier, el Lampón es uno de los candidatos al ascenso: «Ten un gran equipo, xa estiveron os últimos tres anos xogando a promoción. Non tiveron sorte, pero debían estar xogando xa en Segunda Galicia. Creo que xa lles chegou o ano para ascender». En una situación completamente diferente, José Carlos valora la llegada de su hermano mayor a un Bealo en construcción: «Se o chamaron creo que é para un proxecto de dous ou tres anos. Para que lle dea una volta ao equipo. Ten capacidade para facelo».

Hasta que vuelvan a verse sobre un terreno de juego, seguirán charlando, compartiendo historias e información sobre el fútbol barbanzano. Uno en A Lomba, otro en A Mina, pero siempre como un bloque. ¿Quién sabe si los Romero volverán a competir juntos como hacían siendo críos en A Madalena? Todo apunta a que la tradición familiar tiene historias por escribir.