El abandono de perros desborda a los grupos de emergencias

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

CARMELA QUEIJEIRO

La presencia de animales en las carreteras dispara los avisos

18 jul 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

«O se empieza a actuar con dureza con respecto a las mascotas, o esto es demasiado», afirma Ricardo Vara, responsable de Protección Civil de Porto do Son. Afirma que en la agrupación están desbordados, una situación extensible a los equipos de emergencias de Muros y de Noia. En el caso ribeirense, el jefe del GAEM, Macos Fernández, indica que, pese a existir un servicio municipal de lacería, «es muy frecuente que nos llamen».

Uno de los principales problemas radica ya no solo en el creciente número de canes sin hogar, sino en que su presencia comienza a convertirse en un problema de seguridad viaria. Así lo manifiesta Marcos Fernández, quien apunta: «Recibimos muchos avisos por animales que están en la autovía, principalmente en el acceso de Xarás». Lo mismo indica personal del GES de Muros y hasta la Policía Local habla del peligro que entraña para los automovilistas.

Integrantes del GES señalan que cada día sacan perros de las calles y que hay jornadas, como la del lunes, en las que atraparlos se convierte en su única actividad: «Temos un problema gordo», explica un miembro del equipo, quien subraya que la recogida de animales está transferida a los ayuntamientos.

La situación es menos grave en Boiro, donde componentes de Protección Civil explican que la retirada está en los mismos niveles que durante el invierno.

Sin medios

Otro problema al que se enfrentan los equipos de emergencias es la falta de medios. La mayoría sí tienen lazo para capturarlos y, en algunos casos, lector de chips, pero carecen de remolque y no queda otro remedio que transportarlos en el maletero o en el interior del vehículo.

Algunos voluntarios advierten del hecho de que están en contacto con animales que carecen de chip no están desparasitados y que desconocen qué enfermedades pueden tener. A veces se registran incidencias, como el lunes en Muros, donde un perro mordió a un miembro del GES.

A estas dificultades se suma la falta de un espacio adecuado para resguardar a las mascotas. La mayoría suelen tenerlos varios días, a la espera de que aparezca el propietario o de que alguien quiera adoptarlos. En Porto do Son, el Ayuntamiento está habilitando unos espacios en una nave que posee en la zona de Loreto. Comenta el alcalde que es una obra sencilla: «Co fin de que os animais poidan estar nas mellores condicións». Sin embargo, reconoce que esta no es la solución: «Os concellos debemos xuntarnos para facer algún tipo de albergue comarcal».

Protección Civil de Noia tiene en su base cuatro canes a los que no logra dar salida y, en Muros, cuando no consiguen adoptantes los mandan a un refugio que hay en Muxía.

Las protectoras también saturadas y en la perrera de Ribeira, cuando se pregunta a su responsable por los abandonos, responde: «Muchísimos».