La asamblea del Boiro se cerró con la disolución de la junta gestora y la convocatoria de elecciones

Antón Parada RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

marcos creo

La reunión estuvo marcada por la tensión y la incertidumbre ante la situación económica del club

13 jun 2018 . Actualizado a las 23:40 h.

Desde esta noche a las 22.30 horas, ya no hay nadie al mando del timón del CD Boiro, después de que se celebrase una asamblea de socios marcada por la tensión y la incertidumbre sobre la situación económica del club. Tras más de dos horas de un debate, que llegó a estar salpicado por subidas de tono y acusaciones, el desenlace fue el esperado: la junta gestora se disolvió y se abrió un plazo de 15 días para que se presenten candidaturas. 

Actualmente, la única persona que mantendrá algún tipo de vinculación con una presidencia huérfana en Barraña es Roberto Lojo, pero a título de socio, es decir, sin tener ningún tipo de responsabilidad directiva. Asimismo, en el momento en que se presente un candidato, se convocará una asamblea extraordinaria para proceder a las votaciones, así lo indicaron los integrantes de la extinta gestora. Uno de los momentos más simbólicos de la jornada fue la marcha definitiva del expresidente David Places, que anunció su desvinculación total de la ejecutiva del CD Boiro, no sin antes ofrecerse a echar una mano a cualquier persona dispuesta a hacerse cargo del club.

Las cuentas

No obstante, si algo quedó claro durante la reunión de esta noche, celebrada en una abarrotada Asociación Boirense de Empresarios (ABE), es que el Boiro tiene que pagar una cantidad de 93.400 euros a los jugadores que denunciaron varios meses de impagos ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Fuentes de la ya desaparecida junta gestora habían indicado que la cantidad de 101.176 euros por la que se interesó la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) sería menor. Durante esta tarde, el expresidente David Places reveló que hubo contratos que se firmaron por menor período de tiempo o que Elier fue el único jugador que no denunció al club, al igual que el entrenador Víctor Santos.