El viaje arqueológico de los Encontros se amplió hasta las excavaciones en una ciudad egipcia

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

DANI GESTOSO

María Teresa Mascort habló de los hallazgos en la zona de Oxirrinco y Pablo Arias, del yacimiento cántabro de La Garma

14 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Encontros Arqueolóxicos de Boiro se clausuraron ayer con un auténtico viaje en el tiempo para los asistentes, que a través de las explicaciones de la especialista María Teresa Mascort Roca pudieron conocer los resultados de 25 años de excavaciones en la antigua ciudad egipcia de Oxirrinco, actualmente El-Bahnasa.

La profesional, integrante de la Societat Catalana d’Egiptología, dio a conocer que en el lugar se han encontrado sarcófagos, pero también elementos cristianos. Se localizaron enterramientos, restos de una basílica y pinturas.

Varias han sido las ediciones en las que, haciéndose eco de las demandas de los participantes, los responsables de los Encontros habían querido abordar las investigaciones en Egipto, por lo que ayer se mostraban satisfechos de haber podido conseguirlo y del éxito que han tenido las jornadas, que organiza el Concello de Boiro y que han sido un récord de afluencia.

Las conferencias, que se desarrollaron a lo largo de la mañana, fueron muy intensas y permitieron dar a conocer datos relevantes de los trabajos que, a nivel arqueológico, se llevan a cabo en diferentes lugares.

La primera en intervenir fue la de la conservadora del Museo Nacional de Escocia Alison Sheridan. De traducir su intervención, de forma simultánea, se encargó el catedrático de Prehistoria de la Universidade de Santiago Ramón Fábregas Valcarce.

Herramientas y adornos

La experta habló sobre elementos utilizados, en el período comprendido entre los años 4.000 y 2.200 a.C., por personas de una posición social elevada. Sus datos se refirieron al ámbito de las islas británicas y aportó numerosas curiosidades.

Así, explicó que elaboraban herramientas, como machados, empleando materiales traídos de lugares lejanos. Pero no solo eso, sino que la perfección con la que se trabajaba era tan elevada que, indicó, una persona tardaba mil horas en hacer las piezas, que tenían entre 14 y 30 centímetros de longitud.

Desde las islas británicas, los asistentes viajaron a un lugar mucho más próximo, Cantabria, concretamente al yacimiento de La Garma. El encargado de exponer el trabajo que se efectúa en este lugar fue Pablo Arias Cabal, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria.

El conjunto de La Garma consta de una serie de cavidades calizas que están comunicadas entre sí y en las que han aparecido restos fósiles correspondientes a un espacio temporal que comienza hace 400.000 años, y que abarca hasta la época visigoda. El investigador Pablo Arias comentó que en la entrada principal se han localizado evidencias del paleolítico superior, pero que también en partes más alejadas de la red de túneles han aparecido interesantes restos.

El hecho de que la zona quedase sellada a consecuencia de desprendimientos favoreció, dijo Pablo Arias, la excelente conservación del yacimiento. Entre los hallazgos más significativos, el catedrático se refirió a la aparición de restos de leones de las cavernas e indicó que diversos indicios apuntan a que la piel de uno de ellos fue utilizada a modo de alfombra.

Los Encontros Arqueolóxicos de Boiro, que este año llegaron a su duodécima edición, congregaron a más de 300 personas. Se trata de la mayor afluencia de asistentes hasta la fecha. La dirección de las jornadas corresponde al arqueólogo del Concello de Boiro, Víctor Barbeito, que se mostraba muy contento con los resultados.

También expresaba su satisfacción el catedrático de Prehistoria Ramón Fábregas Valcarce, que colabora en la realización de los Encontros. Después de la sesión de clausura, Valcarce se refirió al interés suscitado por las intervenciones entre el público y al hecho de que estas han permitido divulgar los trabajos que se están llevando a cabo.