«Nesta estrada van como bólidos, ninguén respecta o límite de velocidade de 50»

Ana Lorenzo Fernández
A. Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

CARMELA QUEIJEIRO

Vecinos de Xarmea y Brazos reclaman a la Diputación coruñesa que coloque bandas rugosas en la carretera DP-1105

14 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una recta prolongada y con una ligera pendiente. Así es el tramo de la carretera DP-1105 que cruza los núcleos boirenses de Xarmea y Brazos y, aunque el límite de velocidad es de 50 kilómetros por hora, pocos conductores lo cumplen. Eso es lo que afirman los residentes en esta zona, que se ven impotentes ante esta situación que llevan denunciando desde hace meses.

«Nesta estrada van como bólidos, ninguén respecta o límite de velocidade de 50, calquera día vai haber unha desgraza», explica José Antonio Sánchez Hermida, que junto a sus vecinos ha reunido más de una treintena de firmas para que la Diputación coruñesa ?organismo titular de la vía? y el Concello de Boiro tomen algún tipo de medida para solucionar este problema. «Existe un paso de peóns e unha parada de bus escolar, polo que cruzan a estrada tanto persoas maiores como nenos, co conseguinte perigo de atropelos», indica.

De hecho, todas las personas que utilizan este paso de cebra lo hacen con miedo, porque los vehículos circulan con tanta velocidad por esta recta que difícilmente podrían frenar a tiempo si se encuentran a un peatón en la vía. «Hai xente con problemas de mobilidade que ten que cruzar a estrada para tirar o lixo aos contedores e un día destes pasará algo», señala Sánchez Hermida, que también reconoce que por la noche el problema se agrava porque los vehículos todavía van más rápido.

Por todos estos motivos, los residentes en los núcleos boirenses de Xarmea y de Brazos solicitan a la Diputación que realice un estudio de viabilidad para saber si es posible instalar en la zona pasos de peatones elevados, o en su lugar bandas rugosas para reducir la velocidad, señales luminosas, aceras «ou outras medidas disuasorias que consideren os propios técnicos da Administración», explican los vecinos en un escrito enviado al gobierno provincial y local en octubre del año pasado. En el mismo documento también se pide que se controle el paso de los turismos mediante la presencia de patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil de Tráfico.

Solución complicada

Desde la Diputación son conscientes de que existe un problema con el control de velocidad en esta carretera, pero consideran que la instalación de bandas rugosas no es lo más apropiado para esta zona, porque luego derivaría en otros inconvenientes por el ruido que hacen los vehículos al rebasarlas.

Por este motivo, su intención es notificar la situación a la Dirección General de Tráfico para que intensifique los controles en la zona, e incluso estudie la posibilidad de instalar allí un radar para que los conductores respeten los límites de 50.