La baja de Romeral y la imposibilidad de entrenar pasaron factura a los de A Cachada en el choque contra el líder
19 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.A medida que se sucedían los días de la semana, los hombres de Emilio Palacio entendían que no era el mejor momento para disputar el choque contra el líder de la Superliga 2, el Emevé. A la baja de uno de los mejores activos boirenses en el plano ofensivo, Díaz-Romeral, hubo que sumar la escasez de entrenamientos por la falta de disponibilidad del pabellón de A Cachada. Todos esos factores no hicieron mella en la moral de la plantilla del Rotogal, pero tampoco permitieron que se hiciese con la victoria, dejando un marcador de 1-3 para los lucenses (15-25/25-22/24-26/16-25/0-0).
El pabellón municipal de Rianxo -donde se trasladó el partido- fue el escenario de un primer set duro para un Rotogal que tanteaba a un equipo nuevo provisto de muchos cambios. «En el segundo set nos ordenamos más en bloqueo y comenzamos a jugar mejor», analizó Emilio Palacio, técnico del Boiro.
Este choque también sirvió para que Pablo Suárez se estrenase en su reincorporación al Rotogal. El central y viejo conocido de los boirenses entró en el segundo set y fue de los que más bloqueó, aunque se le notó la necesidad de más tiempo de juego.
La resistencia
«La falta de entrenamiento afectó, pero tampoco fue determinante en el resultado», reconoció Palacio, para indicar que plantaron resistencia al líder y que se prueba ese planteamiento de que «cualquier equipo puede ganar a otro». Es decir, cuando se vuelvan a ver las caras lo harán sabiendo que fueron capaces de hacer sudar al líder de la clasificación en la Superliga 2.