El jugador boirense tiene la misión de guiar a su equipo y está decidido a hacerlo hacia el triunfo el domingo
26 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Pablo Santiago Pillado (Vilagarcía, 1989) es el jefe de la sala de máquinas del Boiro. Al mediocentro le sobra talento y visión de juego para hacer funcionar a sus compañeros. Bajo su mandato en la medular del campo, los boirenses quieren recuperar la gloria perdida por cuestiones extradeportivas. Pillado es uno de esos futbolistas que todos los entrenadores desean tener en sus filas. Es un fijo en el 11 titular de José Luis Lemos y, salvo sorpresa, estará el domingo sobre el césped de Barraña para guiar a su equipo hacia la victoria en el derbi con el Noia.
-Aunque ya ha pasado tiempo, ¿cómo vivió la revolución que sufrió el Boiro en verano?
-Sinceramente, en mi caso no hubo ningún contacto con el club hasta que se esclareció la situación. Lo viví con incertidumbre, porque no sabes qué va a ser de la entidad, ni de ti, ni qué decisiones se van a tomar para afrontar la nueva categoría. Por mi parte, dejé claro que quería saber cuál sería el proyecto y qué gente formaría parte de él. Yo venía de un año complicado y necesitaba disfrutar del fútbol y tener objetivos por los que pelear.
-Ya a finales del mes de octubre, ¿cuál es la situación del equipo?
-Creo que al principio de la liga sí que se notaron las secuelas de lo que pasó, con un conjunto que parecía hecho a correr y en el que había que encajar las piezas. Ahora ya tenemos una idea de lo que queremos y todos estamos intentado llevarla a cabo, aunque todavía falta un trecho para llegar al final de ese camino.
-Entonces, ¿el proceso de adaptación aún no ha concluido?
-Por suerte, contamos con un grupo humano muy bueno en el que no hay fisuras. Aún tenemos que plasmar la idea de juego en el campo a nivel de resultados, que ahora es lo que necesitamos conseguir.
-Comentó que venía de un año difícil, ¿qué sensaciones tiene a nivel personal?
-Pues creo que estoy en sintonía con lo que refleja el equipo. Falta algo, en lo individual y en lo colectivo. A través del juego debemos mostrar cierta agresividad hacia el rival, darle a entender que en cualquier instante podemos hacer algo determinante.
-Por momentos, pareció que se había conseguido.
-Hubo un punto de inflexión en el partido contra el Compostela, por la victoria y por como se logró. Pero ese punto no fue lo suficientemente grande y volvimos a vernos rodeados de adversidades. El domingo toca coger fuerzas y empezar a ir para arriba.
-Dada su posición sobre el césped, tiene una gran responsabilidad. ¿Cómo ve el juego?
-Los centrocampistas somos el nexo de unión entre la defensa y el ataque. Tanto si se practica un fútbol directo como de toque, eres el encargado de unir al equipo y siento que parte de mi trabajo es mantenerlo organizado. Tienes que tener mil ojos, porque debes estar pendiente de todo lo que pasa a tu alrededor.
-No creo que contaran con los dos últimos resultados cosechados. Ahora ya no se puede fallar, y mucho menos en casa.
-Está prohibido perder puntos y espero ir a por la victoria desde el minuto cero. Tenemos que afrontar los partidos seguros de nosotros mismos, porque tenemos fútbol y es hora de demostrar a dónde queremos llegar.
-Queda mucha liga, el objetivo continuará siendo estar arriba.
-Por supuesto. Lo importante a estas alturas es no dudar. Debemos ser perseverantes y, desde el domingo, empezar a mandar el mensaje de que el Boiro tiene la intención de pelear por estar en los puestos altos de la tabla. Todavía es asequible alcanzar lo que queremos conseguir. Una vez que entremos en una dinámica positiva, todo fluirá.