El Boiro dominó y ganó en A Illa sin tener que forzar la máquina

Pablo Penedo / Fran Brea VILAGARCÍA, RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

MARTINA MISER

Los boirenses tuvieron multitud de ocasiones para conseguir un resultado mucho más amplio ante el Céltiga

13 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Boiro consiguió en A Illa los dos objetivos con los que había viajado: volver a casa con los tres puntos y hacerlo sin un gran desgaste físico, una premisa importante teniendo en cuenta que el domingo recibe al Arosa en Barraña y que hay varios jugadores que aún no están al 100 %.

Los barbanzanos dominaron el encuentro desde el principio y a la media hora ya vencían 0-2. Aún así, los arousanos tuvieron sus opciones de marcar al inicio. En un mano a mano de Eloy en el minuto 4, con una internada por banda que lo dejó solo ante Reguero, y un potente y certero remate de Jacobo Tato en el 20. Pero en ambos casos el guardameta visitante estuvo a la altura, abortando el peligro.

Poco después, en el 26, en la segunda jugada nacida de una falta lateral, Taboada abría el marcador rematando dentro del área pequeña. Y casi sin tiempo para reponerse del golpe, Manu Táboas volvía a recoger el esférico del interior de su portería en el 30, con Remeseiro cabeceando con acierto a la altura del punto de penalti en un saque de córner.

Falta de puntería

El choque se decantó definitivamente para el Boiro tras la expulsión de Uru ?autor de los tres goles del Céltiga en los dos triunfos del conjunto en las pasadas jornadas?, que al filo del descanso hizo una dura entrada sobre un Javi Otero que, una vez más, estuvo imperial en la banda derecha. Con un hombre más, los boirenses dispusieron de multitud de ocasiones para conseguir un resultado más abultado, como reconoció el propio Lemos: «fallamos ocasiones clarísimas».

Diego Abad, Cano y Remeseiro tuvieron el tercero en sus botas, pero ninguno de ellos consiguió definir con acierto. Por su parte, el Céltiga, muy lastrado por el resultado y la inferioridad numérica, a penas inquietó a Reguero durante los segundos 45 minutos.

En definitiva, el plan le salió perfecto a Lemos ya que sus futbolistas tuvieron mucho tiempo el balón en sus pies, evitando así tener que correr detrás del esférico y desgastarse más de la cuenta. Como detalle, Fajardo parece asentarse en el lateral izquierdo.