Algo más de medio millar de personas celebraron un peculiar Fin de Año
18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Algo más de medio millar de personas celebraron un peculiar Fin de Año, en pleno mes de agosto, en Boiro. Las campanadas las dio la Abadía de San Enrique, un templo dedicado a la diversión que, por segundo año, obró de nuevo el milagro e hizo que cientos de festeiros despidieran el 2017 cuatro meses antes de la cuenta, como se hace en la localidad granadina de Bérchules.
Las campanadas no sonaron a medianoche, sino a la una y media, y al compás del sonido enlatado los asistentes a la fiesta se comieron las 12 uvas. En total, la sala repartió entre 25 y 30 kilos para cumplir con la tradición, así como bengalas, en un jardín decorado para la ocasión al estilo veneciano, siguiendo la temática de la celebración.
Hubo máscaras, algunos las traían de casa y otros las pudieron adquirir en la misma Abadía de San Enrique. Y no faltaron tampoco las corbatas, pajaritas y tacones de vértigo, algunas pelucas y muy buen ambiente, al más puro estilo de la Nochevieja del 31 de diciembre.
La música también jugó un papel importante para meterse en escena. El disyóquey de la discoteca móvil Videodj Clubber sacó del baúl de los recuerdos esos clásicos que siempre salen a relucir en la última noche del año. Boney M, Raphael y hasta un par de villancicos sonaron para animar el ambiente. Y, como colofón, un espectáculo pirotécnico.
Una cita que va a más
«En contra do que pensabamos, fixo calor esa noite e a xente animouse a vir á festa; houbo bastante máis que o ano pasado e algúns ata fixeron aquí o Fin de Ano completo, dende a cena ata o cotillón», indica Core, el responsable del restaurante de Romarís, en la parroquia de O Castro. «Xa había moitos clientes de fóra que veñen aquí todos os veráns que nos preguntaba polo Fin de Ano Veneciano de agosto, que non é máis que unha escusa para animar á xente a que saia de festa», continúa Core.
Otra de las citas esperadas en la zona es la fiesta Play Boy, que la próxima semana celebrará su cuarta edición en la Abadía de San Enrique. Esta será el viernes, día 25, y como ya es habitual, habrá gogós, espuma y diversión a raudales.