Los de Fredi Álvarez demostraron que el equipo está cogiendo aire y llegaron a poner contra las cuerdas a un Racing que comparte el liderato con el Celta B
10 abr 2017 . Actualizado a las 08:24 h.El Sardinero vivió un final de locura donde el Boiro reaccionó al tanto local del 2-1 a cinco minutos del noventa, empatando a dos cuando ya nadie lo esperaba, pero para acabar recibiendo el mazazo del 3-2 en los compases finales. Una derrota que llegó de una manera cruel para los de Fredi Álvarez, que se quedan a cuatro puntos de la salvación.
Salió fuerte el Racing ante un Boiro metido en su parcela defensiva. Héber era el primero en probar fortuna con un tiro que se iba fuera, pero poco a poco el Boiro parecía meterse más en el encuentro, bien posicionado, tocando y triangulando mejor. Sin embargo, el peligro era de los cántabros, como en un buen envío desde el costado diestro de Jara que a Abdón se le escapó.
En el minuto veinte llegaba el primer acercamiento de los de Fredi Álvarez a los dominios de Iván Crespo, con un disparo de Gonzalo que se marchaba desviado. No obstante, el control del partido y del esférico era para un Racing ambicioso. Una nueva opción de Álvaro Peña encontraba la respuesta de Pato, que evitaba el primer gol.
A los 26 minutos llegó la más clara hasta el momento para los de Viadero, cuando Santi Jara firmaba una gran acción personal por la derecha, culminada con un disparo que se perdía fuera por muy poco. Mientras, el Boiro se refugiaba aguantando el vacío en el letrero luminoso.
La muralla
El partido estaba volcado hacia la portería de Pato, asediado por ambas bandas y obligado a constantes intervenciones. Buen trabajo defensivo el del Boiro en esta fase, con el meta luciéndose a los 38 minutos ante un peligroso disparo de Dani Aquino. Eso sí, el balón apenas le duraba en su poder a los de Barraña, que al final vieron como, ya al borde del intermedio, Abdón Prats echaba un gran jarro de agua fría sobre la moral visitante fabricando el 1-0. Se trató de un centro de Jara que enviaba el delantero balear a las redes con un perfecto testarazo a la derecha, llegando al descanso con la ventaja del Racing en el marcador.
En la segunda mitad, cuando parecía que la dinámica de la contienda no variaba en exceso y Dani Aquino amarraba dos opciones en los tres primeros minutos -disparo fuera en la primera y gran parada de Pato en la segunda-, lo que llegó fue el empate para el Boiro. Romay disparó desde lejos, el portero del Racing no atrapó la pelota y Cano fue el más listo recogiendo el rechace y enviándolo con precisión al interior de la portería.
La respuesta de los santanderinos fue redoblar su dominio y sus ocasiones, con el ferrolano Héber Pena muy activo, desbordando por banda, llegando y asistiendo. Dani Aquino disparaba fuera por muy poco y una peligrosa falta lanzada por Jara era salvada por la barrera del Boiro.
Montaña rusa
Los barbanzanos seguían bien pertrechados en la parcela defensiva mientras el técnico moañés movía sus piezas en la ofensiva, para refrescar en la presión. Dani Aquino rompía su mala racha de ocasiones haciendo el 2-1 para el Racing, un gol por la escuadra tras una acción de picardía de Héber Pena.
Pero como el fútbol es algo tan maravilloso como inexplicable, Juampa respondía con un golazo para el Boiro a cinco minutos del noventa. Sin embargo, el Racing de Santander no había dicho su última palabra y una jugada de Javi Cobo acababa en un pase de la muerte, que Álvaro Peña enviaba inmisericorde al fondo de las mallas para poner el 3-2.
«Hemos levantado dos veces un resultado adverso»
Fredi Álvarez, entrenador del Boiro
El partido contra el Racing de Santander se preveía emocionante desde un principio, pero fue mucho más que eso. Para el entrenador del Boiro, Fredi Álvarez, se trató de un encuentro bastante disputado, en el que «a nivel defensivo nos comportamos bien, pero hemos tenido errores puntuales graves que nos han penalizado».
El moañés pudo observar una primera parte en la que el Racing dominó, pero los de Barraña lograron crear varias jugadas peligrosas. En su opinión, «tenemos que agarrarnos más al partido y no perder la concentración», algo que achaca a la búsqueda de ese punto de experiencia, que les permita controlar los momentos difíciles del partido. Y es que todo apunta a que el Boiro cada vez está más cerca de desterrar los pequeños defectos por donde se le escapan los puntos, cuestión que Álvarez ya comenzó a notar en la segunda parte del pasado choque contra el Mutilvera.
«Hemos levantando dos veces un resultado adverso», destacó el técnico, que en la segunda parte se sintió más cómodo al ver como el planteamiento del contraataque daba sus resultados logrando el empate. Pero el entrenador era consciente de que «el resultado no nos convencía para poder salir del descenso, ni a ellos para asegurar el primer puesto».
No obstante, Fredi Álvarez sí detectó la ansiedad de los rivales tras el empate, que se plasmó en el cambio de un central para reforzar la delantera: «Era un final abierto y veía que ahí podíamos cogerles». El técnico percibió un paso adelante en el Boiro, «aunque el resultado final no nos acompañó». Y con esa sensación agridulce regresaron a casa.