
La cooperativa que preside Diego Romero empezará a operar el mes que viene
12 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Más reciente es la historia de Tres Fuciños. Tanto que aún no computa en las estadísticas. Porque esta cooperativa que preside Diego Romero acaba de constituirse y todavía está dando sus primeros pasos, con la previsión de empezar a operar a principios de abril. Junto a este ganadero de Boiro participan en el proyecto otros 15 criadores de porco celta, con el objetivo de dignificar la producción de este animal. «La cooperativa nace por los problemas que tuvimos todos estos años para la venta de los cerdos, ya que o no los cogían o nos los pagaban por debajo del coste de producción, y aún tenías que esperar 60 o 90 días para cobrar», apunta Romero, que cuenta que han optado por esta fórmula para evitar intermediarios y dirigirse directamente al cliente final.
Con una producción anual que ronda los 300 cerdos, «el objetivo es ir abriendo mercado para poder llegar a duplicar». Para ello, su primer objetivo es enfocarse hacia la restauración, aunque también venderán a particulares desde la web. Otra cosa es la gran distribución, a la que, aunque mantienen contactos, es más difícil acceder, por los requisitos de volumen y precio.
De momento, la gran obsesión, además de la comercialización, es conseguir un producto que, pese a estar criado en diferentes puntos de Galicia, sea homogéneo, por lo que se centran en aplicar estándares desde los métodos de cría y la alimentación hasta la sala de despiece, donde un maestro carnicero del Centro Tecnológico de la Carne dirigirá el proceso para conseguir un producto premium.