Los tránsitos en los náuticos baten récords y superan el medio millar

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

marcos creo

La llegada de embarcaciones desde que empezó el verano es mayor a la de ejercicios anteriores

22 ago 2016 . Actualizado a las 21:54 h.

«Las rías son un destino, no solo un lugar de parada», con esta frase resume el comodoro del Club Náutico de Portosín, Fernando González, una situación que están viviendo la totalidad de los recintos deportivos de la comarca este verano: el espectacular incremento del número de tránsitos, tanto de embarcaciones nacionales como extranjeras. Desde que arrancó la campaña estival, según datos aportados por distintas entidades de la comarca, la llegada de barcos que han recalado en sus instalaciones supera ampliamente el medio millar y todos coinciden en señalar que las cifras están por encima de las registradas en ejercicios precedentes.

Fernando González comenta que la diferencia con respecto a lo que sucedía antaño radica en que «de ser puertos de parada y repostaje, cada vez es más habitual que la zona se convierta en lugar de vacaciones». En términos similares se expresa el presidente del Club Náutico Boiro Marina de Cabo de Cruz, Manuel Fajardo, quien afirma: «Arousa norte acapara cada vez más atención, sobre todo a nivel internacional». Fajardo explica que, especialmente en la primera quincena de agosto, la afluencia de embarcaciones procedentes de otros lugares se ha disparado.

El panorama es igual en Ribeira donde el presidente del club, José Luis Torres, comenta que entre junio y la primera quincena de agosto recalaron en las instalaciones unos 150 barcos. La cifra, en el caso de Portosín, prácticamente se duplica. Incluso recintos con menor capacidad de plazas para acoger naves en ruta, como es el caso de Rianxo, señalan que hay un aumento.

La tendencia viene registrándose ya durante todo el año y de Muros, por ejemplo, fue el que más tránsitos tuvo durante el primer semestre del año.

Pertenencia a varias redes

En su apuesta por darse a conocer y favorecer la estancia de navegantes de los mas diversos lugares, los náuticos también forman parte de diferentes asociaciones. Portosín, Rianxo y la Marina de Cabo de Cruz, por ejemplo, están en la denominada Passport Scala, una red francesa que ofrece a los socios estancias gratuitas de varios días en las instalaciones que están adheridas. El muradano, por su parte, pertenece a un grupo incluido en la ruta náutica del Camino, lo que hace posible que quienes recalan en el mismo puedan sellar la credencial para conseguir posteriormente la compostela.

Asimismo, todos los clubes forman parte de Asnauga, que proporciona descuentos del 15% las dos primeras noches.

Este auge de los náuticos de la comarca motiva que haya algunas entidades, como es el caso de Rianxo y Porto do Son, que persigan una mejora de sus instalaciones.

En el caso rianxeiro, se está a la espera de que Portos de Galicia autorice el traslado de los actuales pantalanes, lo que implicará una remodelación portuaria. La solicitud ya fue cursada hace tiempo. El presidente del club, Elisardo Fernández, explica que las estructuras sobre las que se asientan los pantalanes se encuentran en condiciones muy precarias.

Por lo que respecta a Porto do Son, los dirigentes confían en que con los cambios que se harán en el muelle sea posible adecuar y ampliar el espacio destinado a los barcos de recreo. Potenciar esta actividad y atraer turismo por la vía marítima es uno de los objetivos.

Todos los náuticos consultados coincidieron en señalar que la llegada de embarcaciones francesas se ha disparado este verano. En Portosín, por ejemplo, indicaban que hasta ahora lo habitual era que hubiera más navíos ingleses, pero que la tendencia se ha invertido. También recalan muchos irlandeses, holandeses y alemanes.

Entre las curiosidades, el ribeirense José Luis Torres dice que recibieron una embarcación de Nueva Zelanda, así como varias americanas. También en Cabo de Cruz han tenido naves procedentes del otro lado del charco.

Otro aspecto en el que existe coincidencia por parte de los clubes es en indicar que el tiempo medio de estancia de las embarcaciones en tránsito se ha incrementado de manera considerable. Lo más habitual es que ahora se queden en la zona unos cinco días y ya comienza a ser cada vez más frecuente que la tripulación pase la totalidad de las vacaciones en las rías de Arousa o Muros-Noia.