El colapso de las guarderías impide conciliar a una treintena de familias

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BOIRO

La guardería A Galiña Azul de Boiro es la más saturada de la comarca barbanzana.
La guardería A Galiña Azul de Boiro es la más saturada de la comarca barbanzana. mónica FERREIRÓS< / span>

Mientras que en algunas escuelas infantiles las plazas son insuficientes para satisfacer la demanda, en otras hay una decena de vacantes

04 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

De poco servirán los mensajes que animan a las parejas a tener descendencia si las Administraciones no les tienden la mano. La conciliación sigue siendo una utopía en pleno siglo XXI y muchas familias deben hacer malabarismos para poder compaginar el trabajo y la atención de sus hijos. Las guarderías públicas no siempre sirven de ayuda, y es que las plazas son insuficientes en algunos concellos. La saturación se hace especialmente patente en Boiro, donde a la espera de que se abra un nuevo período de preinscripción todavía son una treintena los niños en lista de espera. En concreto, hay 13 pequeños aguardando en el nivel de 1-2 años, siete críos en el de 2-3 años y ocho en el de los bebés de hasta doce meses.

Los presupuestos del 2015 del Concello boirense reservan una partida de 82.000 euros para la nueva guardería que se está construyendo en el lugar de O Saltiño. Su puesta en funcionamiento podría suponer el fin de los problemas de conciliación para decenas de vecinos. La previsión es que el centro tenga capacidad para unos cuarenta pequeños.

La saturación también se volvió a hacer patente en la escuela pública rianxeira a principios de curso, concretamente en el nivel de 2-3 años, si bien parece que la demanda se ha ido satisfaciendo con el paso de los meses.

En la guardería municipal de Ribeira todas las solicitudes se atendieron al contar con alrededor de 190 plazas.

 

 

La otra cara de la moneda

 

Mientras en algunos centros las listas de espera no han hecho más que aumentar en los últimos años, en otros hay alrededor de una decena de vacantes. Ocurre en la guardería pública de Mazaricos, donde se ofertan 35 plazas y hay 25 ocupadas.

Cabe recordar que actualmente también se está llevando a cabo la construcción de la guardería de Porto do Son y la intención es que las instalaciones abran de cara al próximo curso. La dotación de mobiliario es una de las tareas pendientes.

La Xunta mueve ficha para tratar de fomentar la natalidad

Aunque enero ha comenzado con un auténtico baby boom en el hospital de Barbanza, lo cierto es que el descenso de la natalidad sigue siendo alarmante en la comarca. Con el fin de cambiar la tendencia, la Xunta de Galicia ha anunciado que pagará medio millar de plazas en escuelas infantiles privadas, intentando que el modelo de concierto de guarderías anime a las parejas a aumentar la familia. No se trata de financiar al personal laboral de las guarderías, sino las plazas del concurso a las que acceda cada centro, un sistema que se asemeja al de las residencias de mayores.

Por el momento se desconoce la relevancia que tendrá esta medida en Barbanza, ya que todavía se prevén diferentes trámites y criterios de baremación. Lo que asegura la Xunta de Galicia es que la intención es atender no solo a las grandes ciudades gallegas, sino también a localidades más pequeñas.

La balanza

Las plazas que sobran en la guardería pública de Mazaricos se las rifarían en Boiro las familias que todavía luchan por la conciliación. Este es el claro ejemplo de que la planificación no es el punto fuerte de las administraciones, ya que mientras en algunos concellos sobran plazas, en otros escasean cada año que pasa. Al menos se subsanará el problema en Boiro, donde se construye la nueva escuela infantil de O Saltiño. Algo es algo.