Marta Ojea, poeta: «Este libro es un canto a la esperanza»

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

A POBRA DO CARAMIÑAL

MARCOS CREO

La escritora acaba de publicar «Veinte estaciones son cinco años», su segunda obra

07 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La vida podría comprimirse en un puñado de momentos, una historia bien hilada en la que cada página recoja la esencia de esos segundos que lo cambian todo, sea para bien o para mal. Hay gente que compartiría gustosa su cuaderno con el público, mientras otros preferirían no enseñarlo para no romper su delicada intimidad.

Marta Ojea, (Lugo, 1978) empezó a guardar vivencias en hojas de papel cuando tenía 13 años y sus padres le regalaron un diario en el que desahogarse. «Allí escribía los miedos e inquietudes de la infancia, recuerdo que una de ellas era el miedo a morir, porque cuando hablaba en alto de eso me decían que era una exagerada».

El secreto de la luguesa, que hace 18 años que vive en A Pobra, siguió bajo llave hasta que en 2018 un inesperado giro de guion la hizo reaccionar. «Empecé a compartir mis poemas con personas cercanas y me dijeron que tenía que hacer algo con ellos», declara. En ese momento nace Las Nueve Islas, un blog en el que fue colgando sus obras favoritas y, de paso, venciendo algunos temores. «Al principio temía tomarme las críticas como algo personal, pero aprendí que lo que hago no tiene que gustarle a todo el mundo».

Sin darse cuenta, la autora estaba insuflando vida a su primer libro, Telegramas en Cuarentena, una publicación en la que utilizó poesía y fotografía para llegar al corazón del lector. Cuando lo publicó, la escritora estaba en un estado de shock, pues había mandado su obra a las editoriales sin mucha fe: «Era un sueño cumplido, nunca imaginé algo así». Recuerda que el momento que más la sorprendió fue el consejo de una conocida, que le dijo que tenía que empezar a pensar ya en el próximo. «Y eso hice», añade.

Así surgió, otra vez sin haberlo planeado, Veinte estaciones son cinco años, una obra que la propia autora define como «una catarsis que narra los cinco últimos años de mi vida». Para sacarlo adelante, escogió de su blog todas aquellas creaciones que encajaban con la historia que quería contar, la suya. «Algunos son de hace poco y otros de hace 15 años o más, pero todos transmiten lo que yo buscaba», manifiesta.

Un viaje temporal

Si los libros oliesen a lo que cuentan, las primeras páginas de este ejercicio de introspección personal llenarían la habitación con un inconfundible perfume a flores. La obra, que hace un recorrido por las diferentes etapas de la vida humana a través de las estaciones del año, empieza en la primavera, época con la que Ojea representa un renovador despertar personal. «Este libro es un canto a la esperanza, por eso comienza con el despertar de la naturaleza».

Esta parte del viaje sirve a la poeta para reflexionar sobre su propio pasado y dejar atrás los errores para centrarse en el presente: «Vivir el ahora te hace una persona más empoderada, más libre». Los momentos felices siguen durante el verano, en el que hace referencia a disfrutar de manera más consciente de las emociones positivas.

Pero toda montaña rusa se detiene alguna vez, por eso con el otoño empieza un tiempo de recogimiento personal, más reflexivo, y por qué no, más solitario. «Hace falta tener días de no moverse de casa y estar bajo la manta, necesitas bajar para disfrutar el volver a subir». Por último llega el frío del invierno, la estación con la que la poeta busca representar la vejez y, de alguna manera, la certeza de que el final está cerca.

Emocionada con este nuevo proyecto, que vio la luz en marzo de este año, la luguesa explica que el día 11 cumplirá otra meta, la de estar firmando ejemplares en una caseta de la Feria del Libro de Madrid.