Pulseras que salvan vidas

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

A POBRA DO CARAMIÑAL

CARMELA QUEIJEIRO

En menos de dos semanas, los alumnos del colegio Pilar Maestú de A Pobra juntaron el dinero suficiente para que el centro disponga de un desfibrilador semiautomático

10 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En cuestión de segundos la vida de cualquier persona se puede esfumar, porque nadie está libre de que su corazón decida dejar de latir. Sin embargo, si se tiene a mano un desfibrilador semiautomático (DESA), el desenlace puede acabar con un final feliz. Este fue uno de los motivos que llevaron a los miembros del ANPA Cadreche del colegio Pilar Maestú de A Pobra a poner en marcha una campaña solidaria para recaudar fondos y conseguir este aparato para que el centro se convierta en un espacio cardioprotegido.

«Siempre hacemos una encuesta entre los socios para que evalúen las actividades que organizamos a lo largo del curso, y también le preguntamos sobre las iniciativas que les gustaría que hiciéramos. Una madre propuso que estaría bien tener un desfibrilador en el colegio, y nos pareció una gran idea», explica Noemí Gil, presidenta de la asociación de padres del centro pobrense. Así que se pusieron a buscar la forma de conseguir el aparato y encontraron la solución en la Fundación Salvavidas.

La entidad se comprometía a entregarles un desfibrilador, una vitrina para guardarlo, la correspondiente señalización y los parches, así como a sufragar el curso de formación obligatorio que recibirán ocho docentes a cambio de vender 720 pulseras solidarias a un precio de 3 euros cada una. «Hicimos la solicitud el 19 de mayo, el 24 nos llegaron las primeras 420 pulseras, y ese día ya teníamos reservadas 457», enumera Rocío Betanzos, que se encargó de la logística de todo el proyecto. Apunta que para este tipo de iniciativas siempre te envían un primer lote con la mitad del material, y el segundo se manda una vez que se le pague por transferencia el pedido inicial. El jueves 27 ya tenían en sus manos el resto de accesorios solidarios, y apenas cinco días después ya estaban todos adornando las muñecas de decenas de pobrenses.

Colaboración

En apenas 15 días lograron su objetivo y esto fue gracias a una gran respuesta de todo el municipio, puesto que, «aunque al principio lo notificamos a toda la comunidad escolar, la intención era llegar a más gente, y así fue», destaca Noemí Gil, que no se esperaba tener esta buena acogida. «Pensé que nos iba a costar un poco más venderlas todas», confiesa.

Sin embargo, además de publicitar la campaña solidaria en las redes sociales, varios negocios comerciales también arrimaron el hombro y se prestaron a venderlas, lo que provocó que se agotaran en pocos días. Esta misma semana acaban de recibir en el centro el DESA y ahora solo falta que los ocho docentes realicen el curso formativo para poder utilizarlo en el caso de que alguien sufra una parada cardíaca.

Desde el ANPA Cadreche también quieren que esta iniciativa tenga continuidad en el tiempo y esperan poder retomar -a partir de septiembre- un curso especial de primeros auxilios y masaje cardiopulmonar dirigido a los alumnos y que consideran que es imprescindible para que sepan cómo actuar ante cualquier emergencia.

«Habíamos hecho un taller de RCP, en el que se trajo un muñeco especial, e incluso muchos niños vinieron con un peluche para practicar, y tuvo mucho éxito. La idea es poder volver a repetirlo el próximo curso», señala Noemí Gil. Además, tanto ella como Rocío Betanzos consideran que es imprescindible que cada centro tenga un desfibrilador y animan a otros colegios a seguir su ejemplo. «Si nosotros lo pudimos hacer en menos de dos semanas en un colegio con apenas un centenar de niños, se puede conseguir en cualquiera».

Objetivo. Vender 720 pulseras solidarias de la Fundación Salvavidas a un precio de 3 euros cada una. Los accesorios se agotaron en diez días.

Lote. La entidad colaboradora entregó un desfibrilador, una vitrina para colocarlo, señalización, parches, y costea el curso de formación obligatorio para ocho personas.