Robots con sello barbanzano que buscan triunfar en España

Diseñar, construir y programar robots no es algo exclusivo de los grandes laboratorios de investigación, sino que aquí en Barbanza hay un grupo de jóvenes que se han convertido en verdaderos expertos en poner a funcionar pequeños muñecos que son capaces de superar los retos más complicados y divertidos sobre un tablero de juego. El objetivo de todo este esfuerzo: colarse entre los mejores equipos de la séptima edición de la First Lego League Galicia, que se celebra hoy y en donde la comarca estará representada por dos equipos de A Pobra (Robot City y Robot City Junior-CEP Salustiano Rey Eiras) y uno de Ribeira (Mega Builder Team).

Alberto Cascallar es el encargado de coordinar a todos los chavales —con edades comprendidas entre los 7 y los 16 años—, y reconoce que la pandemia ha generado más de un contratiempo a la hora de llevar a cabo los proyectos y ensayos, «estuvimos casi tres meses sin poder tocar los robots», lamenta. Además, este año la competición será por vía telemática, en la cada equipo tiene un horario específico para exhibirse ante los jueces. La conexión la realizarán desde la Casa da Mocidade de A Pobra, y los dos grupos de niños más mayores deberán resolver un desafío que se divide en tres partes: presentar un proyecto científico e innovador para resolver el problema propuesto este año, conseguir que su robot supere las pruebas que le propongan sobre un circuito, y explicar cómo ha sido el trabajo entre los miembros del equipo.

En esta edición, la temática elegida es impulsar iniciativas en las que la tecnología puede ayudar a redefinir la forma de jugar y hacer deporte. «El equipo de Ribeira ha diseñado una aplicación móvil que anima a la gente a ser más activa a través de recompensas en comercios y locales de hostelería, por lo que también se ayuda a esos sectores. En un principio iba enfocado a los más jóvenes, y el premio era darles conexión wifi gratis si hacían ejercicio, pero como el Concello la comenzó a instalar, lo tuvimos que cambiar», comenta Cascallar.

En A Pobra la propuesta va dirigida a las personas con diabetes para ayudarles a hacer ejercicio de forma controlada. «Uno de los niños tiene la enfermedad y durante el confinamiento notó que bajaba mucho su calidad de vida por no poder moverse. Propuso hacer una aplicación móvil y al resto de compañeros les pareció una gran idea y le ha quedado chulísima», apunta Cascallar, que reconoce que para esta iniciativa han contado con la Asociación Galega de Nenas, Nenos e Xente Nova con Diabetes (Anedia).

Decenas de entrevistas

Para diseñar sus propuestas los chavales han tenido que realizar multitud de entrevistas con todo tipo de profesionales, desde médicos y enfermeras a deportistas profesionales, profesores o psicólogos, «y la colaboración de la gente ha sido fantástica. La verdad es que todos han trabajado un montón».

En este sentido, Alberto Cascallar también destaca la iniciativa que tienen los chavales, «porque yo les doy consejos e intento que ser su último recurso. El objetivo es que ellos se ayuden entre todos y que busquen soluciones por su cuenta porque se fomenta el compañerismo, que es uno de los valores de este concurso».

Aunque en las últimas ediciones dos de sus equipos ganaron, el ribeirense sabe que el nivel es muy alto y que lo importante es participar. «Yo estoy encantado y agradecido del gran trabajo que han hecho todos, y eso ya es un premio». Sin embargo, serán los jueces los que tengan la última palabra y los que decidirán si los proyectos de Barbanza alcanzarán la final española.

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