En el buque germano viajaba una tripulación compuesta por más de 500 personas
12 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El 12 de diciembre de 1932 fondeó en A Pobra el crucero alemán Koeln, un barco que permaneció en el puerto de la localidad barbanzana hasta el día 27 del mismo mes. En esa jornada partió rumbo a Asia, ya que el navío estaba realizando un viaje de prácticas alrededor del mundo. Su llegada al municipio pobrense provocó una revolución en la localidad. Incluso se desplazó hasta el ayuntamiento el cónsul de Alemania en A Coruña, Felipe Rodríguez Rey, y su hijo para recibir a la nave.
Para su época, el Koeln era un barco que contaba con una artillería numerosa y moderna, compuesta por nueve cañones de 15 centímetros, dos de ocho, dos ametralladoras y cuatro lanzatorpedos. En su interior viajaba una tripulación compuesta por más de 500 personas, de las cuales 49 era oficiales de distintas graduaciones, 132 clases, 321 marineros y 70 cadetes, como apunta la noticia recogida en La Voz de Galicia. Incluso, en el navío se encontraba una banda de música y un equipo de fútbol.
Cuando el Koeln se asentó en el puerto pobrense, Felipe Rodríguez Rey, el entonces alcalde y el ayudante de Marina subieron al buque para dar la bienvenida a la tripulación. Lo mismo hicieron más tarde todos los miembros de la corporación municipal pobrense.
Goles y excursiones
Los alemanes aprovecharon su estancia en Barbanza para conocer la comarca y también para saber como se las gastaban los barbanzanos con un balón en los pies. El equipo de fútbol que viajaba en el barco disputó un partido contra una selección de deportistas de Ribeira y A Pobra primero y después otro contra futbolistas pobrenses. En ambos casos los germanos salieron del campo escaldados, ya que perdieron 4-0 y 7-1.
Además de deporte, los alemanes realizaron excursiones al monte de A Curota, compraban en el comercio local, paseaban por los jardines... También compitieron con los vecinos a nivel musical y, en este caso, como contaron posteriormente a La Voz de Galicia personas que vivieron ese momento, los germanos fueron mejores. Incluso, aseguraron que los alemanes dijeron: «fútbol bueno, música mala».