El picudo obliga a cortar dos palmeras en los jardines Valle-Inclán pobrenses

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

A POBRA DO CARAMIÑAL

cedida

Todos los ejemplares están afectados por la plaga, pero de momento no es necesario eliminarlos

31 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante mucho tiempo, la comarca se ha mantenido a salvo del picudo, que ya se ha llevado por delante buena parte de las palmeras en la provincia de Pontevedra. Sin embargo, el avance de la plaga es incesante y afecta ya a uno de los jardines más señeros de la comarca: los de Valle-Inclán de A Pobra. Dos ejemplares han sucumbido y han tenido que ser cortados.

El primer paso fue la retirada de las hojas, para evitar que cayeran al suelo y pudieran ocasionar algún daño a los transeúntes. Ahora, el Concello ha contratado a una empresa especializada para eliminar con seguridad las palmeras. Pero la plaga sigue presente. Según explicó ayer el mandatario, Xosé Lois Piñeiro, la mayoría de los ejemplares están afectados, aunque por ahora el nivel de incidencia no obliga a su eliminación. El Ayuntamiento ha solicitado ya presupuestos para intervenir. Aplicar un tratamiento preventivo a las 11 palmeras que quedan en los jardines supone un coste anual de 2.300 euros. Además, las actuaciones de este tipo deben realizarse durante un período de cinco años.

El problema es que tampoco existe una garantía absoluta de que vaya a resultar efectivo. A través de la técnica municipal de Medio Ambiente, el ejecutivo de Nós Pobra está analizando distintas alternativas para ver cuál es la más adecuada.

La propagación

En este sentido, Xosé Lois Piñeiro recalcó ayer que uno de los problemas es que hay bastantes palmeras de particulares que están afectadas, lo que favorece que la plaga se propague.

La amenaza del picudo se extiende por toda la comarca, como antes pasó en la provincia pontevedresa. Algunos ayuntamientos están aplicando tratamientos preventivos, pero lo cierto es que hay una gran cantidad de palmeras diseminadas por todo el territorio, muchas en casas particulares. Los costes son elevados, lo que dificulta que muchas personas estén en situación de poder afrontarlos.