


















El tributo al mítico cantautor andaluz abrió la madrugada de un domingo en el que los pasos de baile tomaron las fiestas
06 jul 2025 . Actualizado a las 19:00 h.Que la buena música es imprescindible en las fiestas de Boiro se puede comprobar de forma muy sencilla al poner un pie en la calle y dejarse llevar por los ritmos que inundan el municipio desde diferentes puntos. Aunque el gran núcleo de las melodías es la plaza de Galicia, que durante la madrugada del domingo albergó a un nutrido grupo de personas, en gran medida, a un tributo a Joaquín Sabina que puso sobre el escenario los mejores temas del mítico artista andaluz.
A su son bailaron los numerosos asistentes al concierto, algunos seguidores acérrimos del de Úbeda y otros, menos fieles, que tampoco eludieron entonar los temas más conocidos. Y nos dieron las diez y 19 días y 500 noches fueron las canciones más aclamadas, aunque ninguno de los éxitos que sonaron pasó desapercibido para un atento público entre el que el tributo causó sensación. Tras el homenaje a Sabina tomó el testigo La Banda de Ayer, que había abierto la noche, para subir la temperatura con una verbena con sabor a los años 80 y 90 se alargó hasta la retirada de los más fiesteros.
Mientras Sabina triunfaba en la plaza de Galicia, el grupo De Ninghures hacía lo propio para dar la bienvenida a la madrugada dominical en la de la Terceira Idade. Allí se congregó un público joven que vibró con las letras y los mensajes de uno de las bandas de moda en la cañera escena musical gallega.
Ya con el sol de la mañana en todo lo alto, el ritmo no dejó de invadir Boiro mientras las terrazas de los bares se iban abarrotando. Especial fue la congregación de vecinos en la calle peatonal, principalmente en los aledaños de la casa consistorial, en donde decenas de personas disfrutaron de la sesión vermú a cargo del grupo Tregua.
Los múltiples focos de actividad activos de forma simultánea son uno de las fortalezas más destacables de las Festas do Verán de Boiro. Durante la jornada de ayer esto no iba a ser menos y buen ejemplo de ello estuvo en la plaza da Terceira Idade. Mientras unos disfrutaban del sol en la hostelería, otros optaban por una opción más tradicional con la actuación de Abeloura, Xilbarbeira y el grupo de baile de Abanqueiro. Niños y mayores fueron los más activos en el momento de mover las caderas.