La provincia registró 423 muertes violentas, el 43,8 % de toda Galicia

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Hubo 9 autopsias por homicidios, 141 por suicidios y 273 por accidentes

28 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La provincia de A Coruña volvió a ser en el 2023 la que registró más muertes violentas en la comunidad que tuvieron que ser investigadas por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga). De las 965 autopsias practicadas por esta causa, 423 fueron en concellos coruñeses, lo que supone el 43,8 % del total.

El Imelga cuenta en la provincia con tres subdirecciones. La de A Coruña es la que mayor población abarca, 552.787 habitantes repartidos en los 39 concellos que forman parte de los partidos judiciales de la propia capital herculina, Carballo, Betanzos y Corcubión. Y fue en esta área en la que se registraron un mayor número de muertes violentas que precisaron una investigación forense, con 209, de las que cinco tuvieron etiología criminal, es decir, fueron presuntos homicidios, 67 fueron suicidios y 137 quedaron como accidentes en la estadística oficial.

Le sigue, con un total de 169 muertes violentas investigadas, Santiago, donde se encuentra la sede central del Imelga y que cuenta además con una subdirección que abarca una extensa zona con 424.788 habitantes repartidos en los 46 municipios que forman parte de diez partidos judiciales: Santiago, Ordes, Arzúa, Padrón, Negreira, Ribeira, Noia, Muros, Lalín y A Estrada. De ellos, cuatro fueron posibles homicidios, por 50 suicidios y 115 accidentes.

La más pequeña de las subdirecciones del Imelga en la provincia es de la Ferrol, con solo dos partidos judiciales, el de la ciudad departamental y el de Ortigueira, que conforman un área de 18 concellos y 176.090 habitantes. En el 2023 se contabilizaron en esta zona 45 muertes violentas, ninguna de ellas de etiología criminal homicida. El resto estuvieron repartidas casi a partes iguales, con 24 suicidios y 21 accidentes. Y es en este punto donde Ferrol presenta un dato que es único en toda Galicia, ya que es el único lugar donde hubo más fallecimientos por personas que decidieron acabar con sus vidas que por siniestros.

Al servicio de patología forense del Imelga la corresponde la investigación medicolegal de todos los casos de muerte violenta o sospechosa de criminalidad. Sin embargo, en los últimos años no ha parado de crecer su actuación en muertes naturales que, por ser repentinas o por cuestiones judiciales, también deben contar con una autopsia. Es tal el volumen de trabajo que genera este campo que ya supera al de los fallecimientos violentos en Galicia.

En la provincia, el año pasado, hubo 469 muertes naturales que precisaron de un informe forense, lo que representa el 45 % de todas las que se registraron en Galicia, que fueron 1.043. Nuevamente, fue la subdirección del Imelga de A Coruña la que más trabajo de este tipo generó, con 256 expedientes, por los 157 de Santiago y los 56 de Ferrol.

De las muertes naturales que necesitaron autopsia en la provincia, casi la totalidad, 462 fueron de adultos, por ningún niño y siete casos perinatales, de bebés recién nacidos. Por zonas, en A Coruña fueron cinco casos perinatales y 251 de adultos, por uno de la primera categoría en Santiago y 156 de la segunda, mientras que en Ferrol hubo también un caso perinatal y 55 de adultos.

La investigación

La investigación judicial de una muerte se inicia con una actuación de guardia, con la diligencia del levantamiento del cadáver mediante la asistencia del forense al lugar en el que se han producido los hechos. Es ahí donde se recogen los primeros datos.

Una vez que se va a practicar la autopsia judicial, se llevan a cabo todos los estudios complementarios que el médico forense considere necesarios para esclarecer la causa del deceso. Las muestras se remiten a los laboratorios de referencia. Uno de ellos es el Instituto de Ciencias Forenses Luís Concheiro de la Universidade de Santiago (USC), con el cual la Xunta tiene firmado un convenio, y el otro es el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTC), situado en Madrid y que está especializado en todo lo que se refiere a pruebas toxicológicas y de genética forense.