




























La cita organizada por la entidad presidida por Marisa Lojo recaudó unos siete mil euros
16 jun 2024 . Actualizado a las 15:08 h.«Boiro es especial», afirmaba ayer tras concluir la andaina Marisa Lojo, presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer de Boiro. La cita solidaria congregó a cerca de 800 personas, que sumaron paraguas a un calzado y vestuario cómodo para afrontar los cinco kilómetros de recorrido desafiando a una lluvia que pretendía aguarles la mañana. Por eso Marisa Lojo concluyó que a la marea verde boirense no hay nubes capaces de empañarle sus determinación.
Lo cierto es que la lluvia parece perseguir a esta caminata. La presidenta señalaba que comenzó a realizarse en su formato actual hace cuatro años y que en tres de las ediciones la marcha ha discurrido bajo el agua. Incluso, Marisa Lojo recordó que antes tenía lugar en octubre y que, para escapar de los aguaceros, habían decidido trasladar su realización a este mes de junio, «pero no hay nada que hacer».
Todavía sin haber hecho el recuento, porque a la aportación de 8 euros de los participantes adultos y los 5 de los menores de 12 años hay que unir las camisetas, mochilas y otro tipo de artículos de la lucha contra el cáncer vendidos en las mesas habilitadas en la plaza, Marisa Lojo estimaba en unos siete mil euros la recaudación obtenida en favor de la lucha contra el cáncer.
Donación de fruta
Cinco fueron los kilómetros recorridos, discurriendo por el paseo marítimo de Barraña y el estuario del río Coroño.
Para reponer fuerzas, la entidad contaba con numerosos kilos de fruta aportados por la cadena Gadis y las fruterías Reyjosa y Mi Frutería. Buena parte de ella sobró y la presidenta Marisa Lojo señaló que integrantes de Protección Civil la entregarán a la entidad Amicos, algunos de cuyos usuarios estuvieron también colaborando.
La responsable de la asociación destacó la implicación de los boirenses en la cita solidaria, señalando también que a la andaina acudieron personas procedentes de Rianxo, Ribeira e, incluso, compostelanos que acuden al término los fines de semana.