El cámara autodidacta detrás de los vídeos de The Rapants: «Cando non hai cartos hai enxeño»
BARBANZA
El muradano empezó sus aventuras con el objetivo y el trípode cuando rondaba la mayoría de edad y ya trabaja como autónomo
03 abr 2024 . Actualizado a las 20:14 h.Hay muchas cosas en el mundo que vale la pena ver al menos una vez. Las auroras boreales, la cascada del Niágara, el atardecer desde las ruinas del Machu Picchu... mas también hay belleza en los pequeños detalles, en las acciones que se suman de manera pasiva al engranaje que hace que la sociedad funcione. Esas son las escenas que más gustan a Anxo Beiro, (Muros, 1999) un joven artista al que los momentos de la vida cotidiana le merecen toda su atención, por eso los graba con la cámara.
Piensa que el amor por capturarlo todo para siempre comenzó cuando era tan solo un niño y su hermano Xaime, 13 años mayor que él, se acostumbró a vivir con un objetivo y un obturador como prolongación de sus manos. El atractivo del arte llevó al pequeño de la familia a devorar desde la admiración todo tipo de películas, en especial las de Steven Spielberg y Alfred Hitchcock.
Vocación
Aún así, por aquello de buscar un futuro de provecho, el veinteañero hizo un ciclo superior de programación informática que nunca le hizo feliz: «Cando acabei deime conta de que aquilo non era o meu».
Fue en aquellos años en los que rozaba la mayoría de edad cuando The Rapants, la banda muradana que no deja de dar que hablar estos últimos meses, empezó a hacer sus pinitos en la música, un viaje de ida en el que él los acompañó desde el principio: «Fixen con eles a maioría dos seus videoclips, daquela non había moito diñeiro, pero cando non hai cartos hai enxeño».
Su talento para convertir en imágenes las canciones de la formación le valió para ser nominado a los Mestre Mateo de este 2024, que reconocieron el trabajo del muradano en el filme del tema Fai tempo, en el que la banda llora el desamor de uno de sus miembros representando el dolor a través de una herida en el pecho y un mar de recuerdos difusos hilados entre sí con planos rápidos.
La noticia del posible premio, confiesa el barbanzano, le llegó mientras se replanteaba su futuro dando un paseo por la Torre de Hércules, en A Coruña: «Non estaba pasando por un bo momento, pero vin a notificación en Twitter e foi o chute de enerxía que necesitaba para seguir adiante».
Él solito
Quien vea su obra puede pensar que se trata de un camarógrafo profesional formado en las mejores escuelas de cine, por el contrario, el joven es 100 % autodidacta. Las únicas herramientas de las que dispuso en su vida para aprender fueron los conocimientos previos de su hermano y los cientos de vídeos de Youtube que devoró durante la adolescencia: «Os meus amigos dicíanme que tiña que deixar de quedar na casa e saír máis, pero eu cando centro a cabeza en algo quero empaparme deso».
El muchacho es un gran apasionado del surf desde siempre, así que este verano, mientras se encontraba en un campamento centrado en este deporte, se echó al agua cámara en mano a ver qué salía.
Los resultados fueron espectaculares y le permitieron grabar a grandes de este deporte como Guillermo Carracedo o Marcus Heinrich luciéndose sobre las olas. «Sempre intentara separar o meu pasatempos preferido do meu traballo, pero xuntalos foi mellor do que pensaba».
Gran parte de su ocio gira en torno al medio marino, ya que a parte de bailar con su tabla sobre el océano, al chico también le gusta practicar pesca submarina, algo que también ha captado más de una vez a través de la lente.
En la actualidad, el barbanzano y su hermano Xaime se encuentran inmersos en pleno proceso creativo de un documental en el que tratarán la problemática de la falta de relevo generacional en el mar y el trabajo femenino.