La barbanzana investiga las alteraciones del neurodesarrollo en el grupo de Xenética del IDIS de Santiago
26 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Nadie escoge el lugar en el que nace, pero sí si le coge cariño o no. Cada año, Boiro se va convirtiendo en una de las paradas favoritas de los turistas, que buscan en la localidad un sitio bonito y agradable donde pasar unas plácidas vacaciones. Por el contrario, también hay enamorados de la zona que no necesitan venir de fuera para dejarse llevar por sus encantos. Ese es el caso de María Tubío (Cespón, 1991), una neurocientífica y psicóloga clínica que se siente muy orgullosa de sus raíces. «Nacín nunha parroquia pequena e sempre lles digo aos meus compañeiros de traballo que viven na cidade que non saben a calidade de vida que se desfruta nunha aldea».
Pero todo lo que se desea requiere un esfuerzo, por eso la joven tuvo que mudarse a la capital gallega para sacarse la carrera de Psicoloxía. «Aínda que eu era das que volvía cada fin de semana, iso si», apunta entre risas. Su camino académico prosiguió con un máster en neurociencia, una experiencia que resultó especialmente enriquecedora para la joven, que tan solo dos semanas después de haberlo finalizado, recibió la oferta de hacer una tesis doctoral en el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS). «Lembro que foi en xullo do 2017, contáronme todo o que se facía no grupo e aceptei, non lles fixo falta moito para convencerme», señala la también trabajadora del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (Cimus).
El equipo de investigadores en el que entró estaba centrado en los problemas del neurodesarrollo, y ella se quedó con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), aunque una vez que entregó la tesis decidió enfocarse en los del espectro autista gracias a un convenio con la Fundación María José Jove. Esta condición, explica la profesional, puede presentarse en diferentes grados en cada paciente y afecta principalmente a las capacidades de socialización y expresión lingüística de las personas.
Muchas de ellas, también manifiestan un alto interés en temas determinados, así como conductas repetitivas, es decir, pequeños rituales personales a la hora de llevar a cabo las tareas de la vida diaria que prefieren no modificar.
Por su relación con el comportamiento, este trastorno puede pasar más desapercibido en las mujeres jóvenes, a las que a veces no se les presta la atención suficiente cuando tienen problemas de socialización o comunicación pensando que simplemente son comedidas: «Existe un infradiagnóstico do TEA nas nenas por culpa dos roles de xénero, porque se pensa que son máis tímidas». Lo mismo pasa con esas adolescentes que no dejan de pensar en sus cantantes o actores favoritos. «Teñen un interese restrinxido arredor desa persoa pero a xente pensa que simplemente son moi fanáticas». Según la boirense, esto se traduce en que solo aquellas que presentan síntomas graves acaban recibiendo un diagnóstico. Para poner solución a tal problema, desde el equipo están impulsando un cuestionario para la detección de rasgos autistas tanto en jóvenes como en personas adultas que lleven años ocultándolos.
Detectar señales de alarma es uno de los principales objetivos de la investigadora boirense, por eso ella y sus compañeros del IDIS están estudiando como aplicar los avances en inteligencia artificial en el campo de la neurociencia. La barbanzana lleva tiempo invirtiendo horas y horas de esfuerzo en desarrollar un modelo que permita predecir como empeoraría, por ejemplo, el estado de salud mental de una persona con TOC si tuviese que enfrentarse a un segundo confinamiento como el que se vivió en el año 2020 a raíz de a pandemia del coronavirus.
Otra línea en la que centra su trabajo estudia la posibilidad de ayudar a detectar problemas comportamentales a partir del procesamiento sensorial de personas diagnosticadas con trastornos autista. La barbanzana indica que la inteligencia artificial no debe ser vista como una amenaza para los científicos, sino más bien como una herramienta útil: «Queremos demostrar que a IA pode ir da man da psicoloxía e da psiquiatría».
Sobre la caricaturización de las personas con trastorno autista en películas y series de televisión, considera que personajes como Sheldon Cooper transmiten una visión incompleta y estereotipada que poco o nada tiene que ver con la realidad.