La Xunta da un mes a la mina de San Finx para corregir los vertidos y las cofradías exigen que se depuren responsabilidades

BARBANZA

En unos análisis realizados en agosto se detectaron niveles de metales pesados muy por encima del máximo legal
01 sep 2023 . Actualizado a las 21:43 h.Tras los resultados del análisis de muestras de agua tomadas en el entorno de la mina de San Finx que evidencian el vertido de aguas contaminantes, la Xunta, a través de Augas de Galicia, inició un expediente sancionador contra la empresa, a la que da un plazo máximo de un mes para corregir la situación y ajustar «a xestión das augas residuais xeradas nas instalacións ás condicións establecidas na autorización de vertido outorgada». Mientras tanto, desde las cofradías, así como los demás colectivos integrados en la plataforma comarcal contra los vertidos, exigen que se depuren responsabilidades «por non ter sancionado á mina nos últimos sete anos».
Señalan desde la plataforma que en los últimos años solicitaron «innumerables veces» que se iniciasen medidas sancionadoras contra la empresa y que en el expediente de autorización de vertido aprobado «constan analíticas realizadas no mesmo punto do río no 2015, 2016 e 2017 que presentaban resultados igual de alarmantes, sen que a Xunta tomase ningunha medida». Por esta razón, el patrón mayor de Noia, Santiago Cruz, exigió «saber a verdade de por que Augas de Galicia esperou sete anos para iniciar un expediente sancionador e queremos que se depuren responsabilidades administrativas e penais».
Lejos de causar satisfacción, el expediente sancionador iniciado por la Xunta a la empresa ha provocado indignación en la plataforma comarcal: «Non é normal que coñecendo o grao de contaminación do río durante todos estes anos, os mesmos funcionarios e altos cargos non fixeran absolutamente nada», manifestó Cruz, sugiriendo que los últimos movimientos de la Administración «teñen que ver cos cambios na propiedade da empresa». Asimismo, cofradías y colectivos ecologistas piden su personación en el expediente para «evitar que se converta nunha farsa e asegurar que se adopten as medidas cautelares necesarias para impedir que a contaminación poida chegar á ría».
Revocación del permiso
Por su parte, la Xunta de Galicia ha dado a la empresa un plazo máximo de un mes para adoptar las medidas correctoras necesarias, que deberá acreditar documentalmente dentro de ese plazo. De lo contrario, los incumplimientos constatados «poderían dar lugar á revogación da autorización de vertido».
Recuerdan fuentes de la Administración autonómica que el expediente deriva de una reciente inspección realizada por técnicos de Augas de Galicia en la zona en la que se constató «a falta de execución en prazo das instalacións de tratamento para a correcta evacuación das augas residuais na balsa de decantación final». Asimismo, se detectó el vertido de aguas contaminadas al riachuelo Rabaceiras «en dous puntos non autorizados e con superación dos límites impostos para os parámetros de cobre, cadmio e zinc».
Estas infracciones, de las que se tuvo constancia en el marco de las labores de constante seguimiento y control por parte de Augas de Galicia, como resaltan desde la Administración, están tipificadas como graves en la ley y pueden suponer sanciones de hasta 300.000 euros.