Los veraneantes viven en A Pobra la experiencia de extraer bivalvo en un arenal
22 ago 2023 . Actualizado a las 10:32 h.Cuando nos sirven un plato de almejas o unos berberechos en el restaurante solo nos centramos en si están buenas o no, nunca nos paramos a pensar en el trabajo previo. De la recolección al plato hay que pasar por una serie de procesos. En ellos, la figura de las mariscadoras es fundamental.
En A Pobra do Caramiñal llevan varios años impulsando la iniciativa Turismo mariñeiro. El objetivo es mostrar todo lo que hay detrás y poner en valor este duro oficio. «La gente no sabe lo que cuesta extraer el producto y ponerlo en la mesa», comenta la técnica de turismo Sara Sánchez. De esta forma, el visitante puede experimentar en primera persona, cogiendo el rastro con sus propias manos, lo que es el arte del marisqueo guiado por las propias protagonistas.
La iniciativa surgió en el 2017 impulsada por el Ayuntamiento debido al gran interés de los visitantes: «A los turistas siempre les llama mucho la atención el trabajo de las mariscadoras». Rosa María Millán, María Jesús Santamaría y Ramona López llevan más de diez años en el oficio. Cuando les hicieron la sugerencia no se lo pensaron dos veces: «Cando nolo propuxeron non dubidamos en dicir que si, somos moi botadas para adiante».
Ellas, junto a otras compañeras, formaron la asociación Mar da Pobra con la que poder impartir las salidas. «Nun principio eramos sete, pero agora só quedamos as tres», comenta Rosa Millán. En vista del gran éxito que tuvo no se quedó únicamente como una actividad de verano, se realizan jornadas durante todo el año. Los grupos suelen ser reducidos. «Lo que buscamos es un trato personalizado de tú a tú con el visitante», subraya Sara Sánchez. También las enfocan a escolares. En este caso, al estar acompañados del profesorado, el aforo aumenta: «Este año han pasado cerca de 600 niños, en algún grupo llegamos a ser medio centenar».
Manos a la obra
Las salidas comienzan siempre con una charla realizada por las técnicas del departamento de turismo del municipio. En ella muestran un vídeo donde se puede ver todos los procesos por los que pasan los bivalvos, desde la playa hasta la mesa. Al terminar obsequian a los participantes con un recetario y gorras, estas son de gran utilidad para la segunda parte de la actividad. Una vez visto el vídeo, se ponen en marcha hacía la playa. Siempre se turnan entre la de O Areal y Os Raposiños en función de cual tenga que reposar esa semana.
En este última ocasión tocó la primera y las guías fueron Rosa y Mocha. Ellas recibieron a los participantes preparadas con todos sus utensilios de trabajo. Alguno de ellos fascinaron al público por mezclar tradición y modernidad. Es el caso del calibre de Rosa: «Fíxomo meu fillo con unha impresora 3D, por iso contén todas as medidas en un». Las mariscadoras explicaron cómo es su jornada. Además, buscaron sensibilizar sobre el furtivismo y la contaminación: «As rías estanse consumindo. Hai unha serie de problemas que provocan que cada vez teñamos menos recursos». En el fondo es un trabajo colaborativo. Es necesario que todos cooperemos para que el marisqueo persista.
La mejor parte llegó al final de la jornada. Durante una hora todos los participantes se adentraron al agua y probaron a recolectar los bivalvos ellos mismos. Esto les permitió comprobar en primera persona la dureza del oficio. Del mismo modo, pudieron disfrutar de una mañana de playa distinta, adentrándose en la cultura local.
La opinión de los asistentes siempre es positiva. «Es una actividad idónea para toda la familia. Los niños se lo pasan pipa y además es didáctica», explicaba una participante de la última salida acompañada de su hija de seis años y su pareja.
Reserva y precio. De forma telefónica o mediante el correo electrónico de Turismo de A Pobra do Caramiñal. El precio es de 12 euros por participante y los menores de 10 de balde.
Próximas visitas. Hoy y el 29. Para conocer otras fechas y detalles puede mandarse un correo a turismo@apobra.