Ciro Briones: El joven pobrense que hace espeleología en un escritorio

Laura Ríos
Laura Ríos RIBEIRA

BARBANZA

CEDIDA

Ganó el Premio de Poesía Concello de Carral y pronto publicará su primer libro en solitario

04 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No tiene pinta de escritor, se podría decir que más bien parece un joven con tantos pendientes en las orejas como otro cualquiera, igual que muchos otros universitarios. Pero no es así, Ciro Briones (A Pobra, 1996) es de esas personas que prefiere escribir lo que siente, dejar sus pensamientos plasmados en un papel quizás con el ánimo de que transmitiéndolos a los demás sean un poco más fáciles de entender.

Sus aventuras sobre las hojas en blanco no empezaron como las de grandes de la literatura como Almudena Grandes, que escribió desde la infancia, sino que florecieron durante la adolescencia, cuando el pobrense empezó a practicar un poco menos de deporte para dedicar tiempo a la lectura y la escritura. «Ata aquel momento nunca tivera moita paciencia para sentarme a gozar dun libro», explica.

El amor por la cultura no es algo que nazca de la nada, por eso fue determinante para el barbanzano que en casa siempre hubiese una buena obra de la que disfrutar o un buen disco que escuchar. Las melodías desde el punk pasando por el heavy metal o el rap bañaban las paredes dependiendo de quien pusiese la radio.

Para él fue fácil engancharse a la poesía, pues plasmaba las preocupaciones de cualquier chico de su edad. Esta capacidad de condensar la realidad es algo que puede apreciarse en las creaciones de Briones, que de manera natural introduce problemáticas sociales: «É algo que sucede sen buscalo». Piensa que esta tendencia de reflejar lo común de debe a que su principal fuente de inspiración son escenas cotidianas con las que se cruza cuando pone un pie en la calle: «Podo ver a alguén fumando na ventá e virme unha idea á cabeza».

El hecho de vivir desde hace cuatro años en Polonia, país donde se quedó después de hacer un Erasmus, ha cambiado las producciones artísticas y la vida del barbanzano, que confiesa que lo que más echa de menos a parte, de sus seres queridos, es el mar. «Estando lonxe teño moita morriña da costa». Piensa que el movimiento continuo de las ciudades les otorga una espontaneidad idónea para la creación de textos, pero no puede evitar cobijarse mentalmente en la belleza de la villa que lo vio nacer.

A esto hay que sumarle las grandes diferencias entre el estilo de vida gallego y el polaco. Según el barbanzano, los cuatro años en el país nórdico no bastan para acostumbrarse a que a las 16.00 horas sea de noche o al auge de la extrema derecha en el país, que es la principal fuerza de gobierno. «En calquera lugar, un sempre encontra un recuncho onde poder desenvolverse, pero volverei a Barbanza de maneira definitiva o próximo mes de xullo». Explica que uno de los motivos que lo llevó a prolongar su estancia fue convertirse en profesor de español en un instituto, lo que le dio la oportunidad de conocer otras culturas.

Ensayo

Después de llevar varios años explorando el mundo de la poesía, Ciro Briones decidió probar suerte con el ensayo cuando aún estaba estudiando el grado de Educación Primaria en la universidad. El primero, Proxeccións cartográficas do ser, le valió el ganar el Premio de Ensaio da Universidade de Vigo.

En esta primera obra en prosa el autor quiso hacer una aproximación a la introspección, explicar que es lo que precede al hecho de analizarse a uno mismo. El segundo ensayo fue una continuación de su trabajo de fin de grado. Bajo el título Da carverna a acrópole. Un camiño cara a educación crítica, el joven consiguió el beneplácito del jurado, lo que le otorgó por segunda vez uno de los galardones más codiciados de la Universidade de Vigo.

Los reconocimientos también llegaron por la parte de la poesía, ya que en 2020 se coronó como ganador del certamen Xuventude Crea, donde su obra, A bóveda do ceo, fue seleccionada por el jurado de entre 58 piezas, todas ellas originales, inéditas y en gallego. Otras dos estatuillas fueron a parar a las manos del muchacho en 2022, cuando volvió a ganar los Xuventude Crea de la Xunta y se estrenó en el Certame de Poesía Díaz Jácome. El último de sus logros, por ahora, fue quedar primero en el vigesimosexto Premio de Poesía Concello de Carral por Oídos de espeleóloga, lo que se traducirá en las librerías con la publicación en solitario de los poemas por parte de la editorial Espiral Maior.