José Santamaría: «Quiero el récord gallego de 85 años»

Carlos Peralta
C. Peralta A POBRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El veterano atleta cambió su estilo de vida para dedicarse de pleno al deporte

01 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un día cualquiera, José Santamaría (A Pobra, 1948) decidió cambiar. «Se me encendió la bombilla», recuerda. No dijo «¡eureka!», ni nada parecido, pero en vez de fumarse un cigarrillo, salió a correr. Tenía entonces 48 primaveras.

Su primera carrera consistió en recorrer 300 metros. «Fue a trote suave», rememora el deportista barbanzano, precisamente desde el mismo lugar en el que empezó su andadura en el atletismo: la playa de Os Areos de A Pobra. «Mi situación física estaba muy mermada. Fumaba y bebía en exceso. Estaba hecho una piltrafa. Se me encendió una lucecita y dije: ‘Tengo que cambiar’. Los primeros días llegaba a casa agotado, pero al menos no había fumado», recuerda Santamaría.

El atletismo se convirtió en el centro de su vida. Más aún cuando pocos años después de vivir esa catarsis se prejubiló, después de pasar media vida como técnico de mantenimiento de una gran compañía de telecomunicaciones. De aquello han pasado casi treinta años, pero sigue al pie del cañón. Este mes cumplió los 75 años, por lo que pasa a la categoría máster 75.

«Estaba hecho una piltrafa. Se me encendió una lucecita y dije: ‘Tengo que cambiar’»

Todavía conserva uno de los muchos récord a nivel autonómico que consiguió, el de los 100 metros lisos al aire libre en la modalidad máster 70. Su meta es batir el de su nueva categoría, pero se atreve a ir mucho más allá: «Tengo un objetivo. Todo el mundo debe tenerlo si quiere competir. Quiero el récord gallego de 85 años. Sé que me queda mucho tiempo todavía, pero es lo que persigo». Atrás queda su anterior etapa, en la que alcanzó, entre otros éxitos, el subcampeonato del mundo en los relevos del 4x100 en Málaga, cosechada en el 2018. En aquella competición también participó en los 100 y en los 200 metros lisos. José Santamaría es, ante todo, un velocista.

 Múltiples ejercicios

Para conseguir mantenerse en forma, no hay otra receta que el esfuerzo y, sobre todo, la constancia. También una buena alimentación. Santamaría mide al dedillo todos estos asuntos. Hasta cuenta cada aceituna que incluye en su ensalada. Y más, en estas fechas ya que se encuentra metido de lleno en su particular pretemporada.

Tres días de entrenamiento en el campo de A Alta, en su A Pobra natal, complementados con otras sesiones en la playa de Os Areos, así como en otros rincones del municipio. «Hago todo tipo de series y pesas. También entreno toda la musculatura y realizo ejercicios de flexibilidad y elasticidad», remarca el deportista más veterano del recinto pobrense.

Sus desplazamientos a los campeonatos de España o internacionales tienen una motivación extra. José Santamaría viaja a todos ellos en su furgoneta, adaptada por él mismo para dormir bien a gusto. Ahora se encuentra en reparación, pero estará lista para esta temporada. «Espero tenerla a tope para poder salir con antelación y hacer mi ruta con calma». Su vehículo no le sirvió solo para hacer turismo entre competiciones. Santamaría afirma que la utilizó para transportar material humanitario al Sáhara Occidental, aunque lamenta que actualmente, por el contexto político, haya tenido que dejar de lado estos viajes.

Así es parte de la historia de un tipo ágil de piernas y de mente. Tanto, que incluso ha patentado su propio invento, la coloquialmente denominada fregona muscular. Un objeto similar a un relevo con pequeñas salientes que sirve para estimular la circulación sanguínea y que, durante su encuentro con La Voz de Galicia, Santamaría repasa por las rodillas, el cuello y los brazos de forma recurrente.

«Lucho por perder lo menos posible. Ya me mentalicé a que cada año empeoraré mis marcas», sentencia el pobrense, todo un vivo ejemplo de que con constancia y planificación el deporte no tiene ni edad ni caducidad.

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