Paredes verticales, vías de varios largos y afloramientos de piedra hacen las delicias de los aficionados
19 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los paisajes de Barbanza, sus rutas de senderismo, sus cimas y sus montes idóneos para la práctica de deportes como trail o BTT son sobradamente conocidos. Lo que quizás no sea tan popular, al menos para los profanos en la materia, es que la comarca esconde auténticos paraísos para la escalada. A orillas del bravo mar de Baroña o en el corazón de la sierra barbanzana, existe una oferta tan amplia como desconocida de vías y bloques, un atractivo que, más allá del interés que tiene para los aficionados a esta práctica deportiva, también sorprenderá a cualquiera que, simplemente, disfrute del contacto con la naturaleza.
Baroña
Desde finales de los 70. Es quizá la escuela de escalada más conocida de la comarca, y también de las más frecuentadas por los aficionados. Empezó a equiparse a finales de los años 70 y cuenta ya con cerca de 60 vías que se elevan sobre el Atlántico. De hecho, en las publicaciones especializadas se advierte de que en determinados sectores hay que tener cuidado porque el mar puede suponer un peligro añadido. Las vistas son espectaculares y al lado está el castro, así que son muchos los motivos para visitar la zona.
Tambre
Varios sectores. Posiblemente muchas de las personas que han recorrido los senderos que bordean el río desde la central hidroeléctrica del Tambre no habrán reparado en las vías equipadas para la escalada que hay en diferentes zonas. Junto a las pasarelas de madera que permiten salvar un tramo en el que no hay camino, solo rocas, —y que, por cierto, necesitan una reparación urgente— se erigen las conocidas como paredes del agua. Y siguiendo la ruta aparece un enorme macizo rocoso con diferentes vías, el sector bordillo.
Couso
Para especialistas en bloque. Aunque también hay algunas vías largas, la zona de Couso, en Ribeira, es especialmente valorada por los especialistas en bloque, una modalidad de escalada también conocida como boulder en la que los deportistas trepan por rocas de poca altura, por lo que van desprovistos de cuerda.
Puente de Ceilán
Rocódromo al aire libre. Otro gran desconocido es el puente de Ceilán, convertido en un rocódromo al aire libre desde que, en los años 80, en sus pilares se fijaron presas para equipar una decena de vías. Su altura, unos 30 metros, es considerable y permite la escalada en la misma orilla de la ría.
Moimenta
Rocas por descubrir. Hay un club en la comarca, Montañeiros Barbanza, que a través de sus redes sociales aporta información sobre nuevos descubrimientos para la escalada en la zona, y entre ellos se incluyen numerosas rocas en la sierra barbanzana aptas para hacer bloque. En Moimenta, en Boiro, hay identificadas varios lugares.
O Pindo
Paraíso de granito. El Olimpo Celta, emblema turístico muy frecuentado por senderistas y amantes de la naturaleza en general, es también un paraíso de granito para los aficionados a la escalada, con múltiples sectores. En O Pindo existen vías de varios largos, de unos 200 metros de altura, y las vistas son excepcionales. Hay que tener en cuenta que, al tratarse de un espacio de especial protección, es necesario solicitar autorización para realizar este tipo de actividad.
Serpal
Vistas espectaculares. También ofrece una gran panorámica del paisaje la piedra Serpal, en Outes, cerca del mirador del monte Castelo. Se trata de una roca de 14 metros de altura con vías por sus cuatro costados, aunque en las publicaciones especializadas apuntan que la pared oeste es muy abrigada, ideal para escalar en otoño e invierno.
Monte Louro
Todos los públicos. El repaso finaliza en el monte Louro, en Muros, que ofrece muchas posibilidades para los aficionados a la escalada deportiva, tanto para los expertos en la materia como para quienes dan sus primeros pasos en roca.