Luisa Mariño, la joven ribeirense que propone agilizar los procesos judiciales con el uso de inteligencia artificial

Celia Riande García
celia riande RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Cedida

La estudiante ha elaborado un artículo jurídico usando la inteligencia artificial

15 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Las nuevas tecnologías pueden ser, pese a que muchos sigan viéndolas como una gran amenaza, una mano amiga allí donde más se necesita. Por ello, los últimos avances de la inteligencia artificial son una herramienta que puede facilitar el funcionamiento de hasta los ámbitos más insospechados.

Eso es precisamente lo que pretende demostrar la joven Luisa Mariño, una ribeirense de tan solo 23 años que ha utilizado la herramienta ChatGPT, basada en la inteligencia artificial, para escribir un artículo jurídico, ejemplificando la utilidad de ciertos elementos tecnológicos que pueden despertar recelo o desconfianza desde una óptica más externa.

«Empecé viendo en la plataforma Linkedin a profesionales que utilizaban esta herramienta para ciertos trabajos. Me pareció interesante y me propuse redactar algo que relacionase la inteligencia con el mundo jurídico de modo que cualquier persona pudiera entenderlo». Así comenzaba Luisa Mariño un proyecto que pronto daría un giro crucial: «Me di cuenta de que, si una de las funciones de este instrumento era responder a los comandos que le pide el usuario, escribiendo yo el artículo no ejemplificaba su uso».

Entrenar al algoritmo

De este modo comienza la estrecha relación que la joven estudiante establecería con el chat para conseguir que él mismo escribiera el artículo explicando su utilidad en el campo jurídico, un proceso de prueba y error en el que Luisa Mariño tuvo que invertir bastante tiempo: «Las primeras veces que utilizas la herramienta, el algoritmo comete errores, Es como otras plataformas, como Instagram o Tiktok, al principio no conoce tu perfil y te sugiere cualquier cosa, pero poco a poco va entendiendo qué es lo que quieres y qué temas te interesan, convirtiéndose en un instrumento mucho más preciso».

Con respecto a qué usos se le había dado a la inteligencia artificial en el mundo jurídico hasta ahora, Luisa Mariño señala que, pese a que no sea muy habitual, sí se utilizaba para procesos o consultas básicas: «Desde que salieron este tipo de avances, ha habido varios bufetes a nivel nacional que lo han empleado para hacer consultas no demasiado complejas, como puede ser la cuantía económica que puede costar un proceso a los clientes, pero todavía es un ámbito que presenta mucha controversia a la hora de incorporar este tipo de inteligencias al mundo de la justicia».

 Polémica en su uso

Precisamente la polémica que tiene el uso de este tipo de herramientas en el mundo jurídico es uno de los grandes obstáculos con los que Luisa Mariño quiere acabar: «Hay quien cree que utilizar la inteligencia artificial puede perjudicar los procesos judiciales, pero no se debe ver como una herramienta para la toma de decisiones».

Como si se debiera concebir, aclara la joven estudiante, es como una opción para facilitar cuestiones burocráticas: «Ahora, por ejemplo, con la huelga en los juzgados hay muchísimo papeleo que, si se utilizase, podría agilizar procesos que duran años o que incluso llegan a prescribir. Yo creo que esa es su utilidad, la parte documental».

Pese al recelo que en ocasiones puedan mostrar los profesionales de la justicia por este tipo de tecnologías, Luisa Mariño indica que estas herramientas son de uso cotidiano en otros ámbitos de trabajo: «Pasa en el mundillo jurídico, pero también en muchos otros. Es más habitual en sectores orientados a trabajar con máquinas, donde sí se utiliza la inteligencia artificial de una forma habitual».

Futuro del sector

Pese a que Luisa Mariño todavía no haya terminado su formación, ya enfoca su futuro profesional en la unión del ámbito jurídico a la tecnología, una elección que responde a los intereses de la joven desde que comienza sus estudios: «Siempre he tenido curiosidad por este tipo de temas, pero fue a raíz de empezar mi carrera, que comparte el derecho con el ámbito empresarial, cuando vi que se podía combinar con el uso de las últimas tecnologías».

De este modo, la joven estudiante pretende enfocar su carrera profesional a un ámbito que, asegura la ribeirense, cada vez tiene más importancia: «Si lo piensas, hay muchísimos delitos que derivan también del uso de estas herramientas. Empecé a ver que la relación entre ambos mundos era más estrecha de lo que podía haber pensado, y ahora me oriento a la unión entre la rama empresarial, la jurídica y la tecnología, porque creo que es el futuro».