La temporada baja multiplica las opciones para hospedarse con mascota en Barbanza

BARBANZA

Hoteles, casas rurales y cámpings buscan atraer a los amantes de los animales
14 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los animales son, cada vez más, un miembro más de la familia. De hecho, en Barbanza hay 20.000 mascotas más que niños menores de 12 años, un significativo dato que contrasta con los pocos negocios donde es posible hospedarse con perros o gatos. Sin embargo, la temporada baja permite que las normas se flexibilicen y que sean varios los hoteles o casas rurales que tengan sus puertas abiertas a los animales de compañía.
Un ejemplo es el Hotel Norat Palmeira Playa, en el municipio ribeirense, donde tan solo en los meses de verano se restringe el acceso a animales a las instalaciones: «Aceptamos todo tipo de mascotas. De hecho, hemos tenido gatos o incluso algún pájaro, porque el único requisito es que no superen los 20 kilogramos. El máximo son dos animales por habitación, pero no separamos por plantas ni nada de eso», explica una trabajadora aclarando que, hasta hace poco, se admitían durante todo el año: «Se tuvo que tomar la decisión de permitir perros solo en la temporada baja porque, durante los meses de junio, julio y agosto causaban bastantes quejas, tanto por el ruido como porque, simplemente, hay a gente a la que no le gusta tener que convivir con animales».
Casas Rurales
Una alternativa a los hoteles, donde sigue siendo anecdótico que se permitan mascotas, son las casas rurales, un negocio que tiende a ser mucho más permisivo en este sentido. Un ejemplo es A Casa de Filomena, en Boiro, donde aseguran que este tipo de perfil supone cada vez más un factor que atrae a los clientes: «Nosotros dejamos la casa a su disposición, y que vengan perros es ya lo habitual, porque muchas veces nos escogen teniendo este factor en cuenta. No limitamos ni en peso ni en cantidad de animales, y solo una vez tuvimos una experiencia negativa, así que el balance es, sin duda, bueno», aseguran desde el negocio barbanzano.
Lo mismo opinan desde la casa rural Os Petroglifos, que también utiliza este factor a su favor, publicitándose como un hospedaje apto para clientes con animales: «Lo único que pedimos es que el animal esté sano y sepa comportarse, pero les damos un voto de confianza a los dueños, no cobramos un sobrecargo económico de ningún tipo».
Un coste extra
Precisamente este aspecto es uno de los más polémicos y en el que no todos los hosteleros concuerdan, ya que la admisión de animales trae consigo, en prácticamente todos los casos, una necesidad de limpieza más exhaustiva tras la marcha de sus dueños.
Por ello, el gerente del Sursum Corda, en Corrubedo, se plantea comenzar a cobrar extra a quienes quieran introduzcan perros o gatos en las habitaciones: «Tengo bastante claro que los seguiré aceptando, pero quizás debiera poner un plus, porque en ocasiones causan daños en el hotel. Además, muchas veces la ropa de la cama queda más sucia, y eso es un factor que hay que tener en cuenta porque se traduce en más trabajo para la gente que limpia las instalaciones».
En la misma dirección van las políticas del Norat Palmeira Playa, donde también se exige un pago extra a los clientes que quieran ocupar sus habitaciones en compañía de un animal doméstico: «No se ponen demasiadas limitaciones, ni en peso ni en cuanto a qué estancias permiten mascotas, pero lo que sí se pide es un sobrecargo de dinero porque, a la hora de dejar ese espacio, la limpieza tiene que ser exhaustiva. Ya no es solo por cuestiones de higiene, sino también de alergias»
Con todo, hay veteranos de la hostelería barbanzana, como es el hotel boirense Jopi, que solía admitir animales y que ha tomado la decisión de dejar de hacerlo: «A raíz do covid, cambiaron moito as cousas. A hixiene pasou a ser a prioridade número un, e nós temos moqueta no chan».