Un problema y dos mitos. El problema es la alta tasa de absentismo laboral, que en España se sitúa en torno al 6%. Este indicador bajó con la crisis, volvió a aumentar con la recuperación y ahora se estabiliza. El daño que se causa a las empresas es muy importante, tanto en las bajas fraudulentas o alargadas más de lo necesario como por las ausencias injustificadas.
Pero si vemos los datos con perspectiva nos aparecen dos falsos mitos. El primero de ellos es en casa. Damos por hecho que las comunidades con mayor tasa de absentismos son las del sur de España, cuando la realidad nos dice que País Vasco, Navarra, Cantabria, Galicia o Cataluña tienen ese dudoso honor; por encima de Andalucía, Extremadura o Castilla-La Mancha.
El segundo mito es a nivel europeo, donde la geografía, con su eterna comparación norte-sur, vuelve a jugarnos una mala pasada. La mayor tasa de absentismo laboral se da en Francia (18,1%), Suecia (16,2) o Austria (15%). Para sorpresa de muchos, en la parte más baja de esa clasificación se encuentran Rumanía (2,5%), Malta (3,3%) o Bulgaria (4,4%).
En términos generales de presencia en el trabajo, un estudio revelaba que en siete países de nuestro entorno (Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica, Países Bajos, Italia y Portugal) la media era del 72%. Mientras la presencia de los españoles en el puesto de trabajo alcanzaba el 79%.
Un dato más para el debate. Si en Países Bajos los salarios son mayores, los costes operativos son mayores y hasta el absentismo es mayor… ¿por qué Ferrovial traslada su sede allí? A ver si van a ser los 40 millones que se ahorrará en impuestos.