Boiro tiene la ruta fúnebre más divertida

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Cuatro animados entierros pusieron el broche de oro al carnaval

27 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Ha ido ganando peso en los últimos años, a excepción claro está del paréntesis motivado por el covid, y todo indica que la ruta fúnebre que se celebra cada Domingo de Piñata en Boiro está llamada a ser la cita estrella del carnaval en la localidad. Reúne en cada edición a más vecinos, que no dudan en redoblar esfuerzos para aportar color y humor a las actividades, pero también va sumando propuestas.

Este año, los más madrugadores fueron los residentes en Cabo de Cruz, que ya antes del mediodía encendieron sus matraquillos, tractores y camiones engalanados para la ocasión, montando una caravana que recorrió la localidad. Y tenían pensado seguir de fiesta hasta última hora de la tarde, para ponerle el broche con la incineración del Farruco.

Tras ellos entraron en acción los vecinos de Praia Xardín, que se sumergieron en una singular procesión por los bares de la zona Cunca en mano. En esta ocasión, los participantes recrearon el entierro de la reina de Inglaterra, ataviándose para la ocasión. El cortejo fúnebre tuvo como meta el paseo marítimo del río Coroño, donde se procedió a la quema de la Cunca.

Un Óso en la huerta

De animar la sobremesa se encargaron los vecinos de Abanqueiro. Una nutrida y divertida comitiva se desplazó a la vivienda de Adam Vidal y Fany Somoza, la última pareja que contrajo matrimonio en la parroquia, para enterrar en su huerta el presente carnavalero por excelencia, el Óso. Como manda la tradición, los anfitriones ofrecieron un variado abanico de bebidas y postres típicos a los invitados, para que repusieron fuerzas. En la degustación no faltó la música de A Dorniña.

Y a última hora de la tarde ardía en llamas, en el puerto de Escarabote, el Felipiño. Eso sí, los vecinos ya llevaban desde el mediodía velando el cuerpo a golpe de callos, empanada y todo tipo de dulces.