La crisis energética dispara la cifra de beneficiarios del bono social eléctrico

Christopher Rodríguez
christopher rodríguez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

Juan Carlos Pérez asegura que el número de usuarios de Cáritas se ha multiplicado.
Juan Carlos Pérez asegura que el número de usuarios de Cáritas se ha multiplicado. CARMELA QUEIJEIRO

La comarca acumula 3.011 usuarios de la ayuda, 135 más que hace tres meses

03 feb 2023 . Actualizado a las 20:34 h.

Ahogados de tanto apretarse el cinturón. Esta, por desgracia, viene siendo la situación a la que se han tenido que enfrentar numerosos hogares de Barbanza en los últimos tiempos. Una circunstancia que se ha visto agravada por la inflación, el paro y la severa crisis energética que irrumpió con fuerza a mediados del 2022. La suma de estos condicionantes ha disparado el número de usuarios del bono social eléctrico en la comarca, llegando a acumularse 3.011 beneficiarios, 446 más que hace un año.

Este aumento se ha visto reflejado en todos los municipios del área de influencia de esta edición. Según los datos facilitados por Naturgy —principal distribuidora en la zona— el mayor incremento de usuarios se ha producido en Ribeira, donde en los últimos 12 meses se han beneficiado del bono social eléctrico 99 personas. Por su parte, el menor aumento ha tenido lugar en Lousame, donde se han sumado 11 usuarios a la ayuda. Especialmente llamativo es el crecimiento que se ha producido en los últimos tres meses, sumándose 135 beneficiarios desde noviembre.

Vulnerabilidad familiar

Esta dinámica refleja la situación de vulnerabilidad que viven a diario decenas de familias de la comarca, teniendo que recurrir incluso a servicios de ayuda adicionales. Así lo constata Juan Carlos Pérez, director de Cáritas Noia, que asegura que en los últimos tiempos el trabajo que realizan en la asociación se ha multiplicado: «Estamos atendendo moitas máis familias con necesidades, sobre todo en termos enerxéticos. Os nosos recursos son os que son e estamos empezando a ir moi xustos, temos previsto comezar algunha campaña para obter máis recursos e manter o nivel de axuda».

En este sentido, el director de Cáritas Noia señala la importancia que están adquiriendo otro tipo de fuentes de energía alternativas a la electricidad, aumentando especialmente la demanda de bombonas de butano: «Un dos incrementos máis sensibles que rexistramos foi no tocante ao butano, que é unha enerxía relativamente barata. Temos máis dunha vintena de familias que axudamos con alimentos e enerxía».

De una forma semejante describe la situación el responsable de Cáritas Ribeira, Manuel Mirás, que ha comprobado que aunque la crisis energética es uno de los principales detonantes del aumento de la vulnerabilidad, la inflación de los productos alimenticios básicos no se queda atrás.

«El incremento es bastante destacable, hemos gastado 4.000 euros más en alimentos que en el 2021. También hemos atendido a más familias, un total de 160, veinte más que en el ejercicio anterior», sentencia Mirás.

Con respecto al bono social eléctrico, hay que cumplir una serie de requisitos para poder acceder a esta rebaja, que el Gobierno ha aumentado hasta alcanzar en algunos casos un descuento del 80 %. Para beneficiarse del bono es necesario tener contratado el precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC). Para optar a la ayuda, que puede oscilar entre los 150 y los 200 euros, la potencia contratada debe ser igual o inferior a los 10 kilovatios.

La Administración diferencia entre varios tipos de consumidores que pueden acceder a este bono, entre los que se incluyen los vulnerables, personas cuyos ingresos de la unidad de convivencia son inferiores al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (Iprem). También existen los vulnerables severos, que incluye a los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital, familias numerosas con una renta inferior a 16.800 euros o a las que subsisten con pensiones mínimas. Una pequeña rebaja que ayuda a ahorrar unos cuantos euros a más de 3.000 usuarios en Barbanza.