La cofradía de Aguiño denuncia que veinte furtivos arrasaron unas piedras ricas en percebe para recoger mejilla
BARBANZA

La zona en cuestión está vedada desde agosto y la idea era abrirla al marisqueo en junio
30 ene 2023 . Actualizado a las 12:14 h.El viejo conflicto existente entre los percebeiros de Aguiño y las personas dedicadas a la extracción de mejilla ha vuelto a aflorar a raíz de un episodio ocurrido hace unos días, cuando vigilantes de la cofradía vieron cómo una veintena de individuos estaban sobre unas rocas situadas frente a la duna de Corrubedo recogiendo la cría del molusco. El principal problema es que se trata de unas piedras cerradas a cualquier actividad extractiva debido precisamente a que son ricas en percebe. Tanto es así que son denominadas piedras santuario. El patrón mayor, Antonio Santamaría, asegura que quedaron completamente esquilmadas.
Tras avistar a los desconocidos trabajando sobre las rocas, los vigilantes de la cofradía de Aguiño los alertaron de que estaban realizando una actividad ilegal. «Algúns subíronse ás lanchas e perseguiron aos vixilantes, insultándoos e ameazándoos», explicó Santamaría. El personal del pósito contactó entonces con la Consellería do Mar, que envió a la zona a varios guardapescas. Según relató el patrón mayor, estos lograron identificar a algunos de los ilegales, registrando la mercancía que llevaban, en el puerto de Corrubedo, donde tenían aparcados los vehículos con remolque que utilizaron para desplazas las planeadoras.
Pero para Antonio Santamaría, la apertura de expedientes o la imposición de sanciones resulta insuficiente, teniendo en cuenta el daño que han ocasionado. «Somos 170 percebeiros en Aguiño, moitas familias polo tanto vivindo disto, e agora as pedras dunha zona importantes quedaron raspadas e iso non ten remedio xa», denunció el responsable del pósito. Además teme que la situación se repita, puesto que la campaña de la extracción de la mejilla acaba de empezar y todavía se prolongará durante varios meses.
Ante esta situación, Santamaría reclama la ayuda de la Consellería do Mar, a la que pide que adopte las medidas necesarias para evitar la actuación de los furtivos. También hace un llamamiento al sector mejillonero, para que comprenda la situación de los mariscadores: «Son as pedras que nos quedan para poder traballar no verán e delas depende o sustento de moitas familias».