El futbolista boirense hace malabares para compaginar su actividad profesional con los partidos en Segunda Galicia
28 ene 2023 . Actualizado a las 23:37 h.DJ Matrek estuvo hasta las cinco y media de la mañana pinchando en Melide. Su actuación acabó y tocaba, rápidamente, poner rumbo a Santiago para dormir unas horas. Al mediodía debía presentarse en Urdilde. Allí ya era Manuel Treus (Boiro, 1995), el número diez del Sporting Lampón, un equipo boirense de Segunda Galicia. «Aproveché para dormir dos horas en la furgoneta», apunta el extremo izquierdo del equipo, que alterna desde hace cerca de una década dos horarios difícilmente compatibles: el de disyóquey con el de futbolista. «Hay fines de semana que acabo destrozado. Paso muchas horas de pie», asegura el pinchadiscos de Escarabote, que resume el secreto de que merezca la pena: «Sigo jugando porque me gusta».
El Sporting Lampón vive este fin de semana un encuentro marcado en rojo: el derbi boirense contra el Galicia Bealo (domingo, 16.15 horas). «Estamos en racha y queremos ganar el partido. Espero un buen ambiente», apunta Treus, que llega particulamente acertado. El futbolista suma dos goles en los tres últimos partidos. Y los hizo, además, después de sufrir una rotura de fibras en diciembre.
Este percance desafinó a un futbolista que, por motivos laborales, acostumbra a vivir pretemporadas atípicas. «Las empiezo desastrosamente porque físicamente no estoy bien. Me cuesta arrancar», asegura el disyóquey barbanzano, que el pasado verano, «el mejor» de toda su trayectoria, actuó en más de 50 festejos por varios municipios de la comarca de Barbanza.
En invierno sigue la fiesta
Eso sí, en invierno no para: «fiestas privadas, discotecas, pubs y ahora tenemos carnavales. Luego llegará el buen tiempo y las terrazas. Y ya está el verano. El tiempo pasa muy rápido». En los entroidos, será un habitual de las celebraciones en distintos puntos del municipio que le vio crecer. Entre sus primeras fiestas del 2023, también aprovechó para ejercer su pasión y profesión en su celebración de cumpleaños.
En su casa y ante su gente vivió el momento más álgido de su carrera, el pasado 6 de julio. Eran las fiestas patronales de Boiro. Su música sirvió de antesala y de broche final. Después de su intervención inicial para caldear el ambiente, llegaron dos clásicos reconocidos dentro y fuera de Galicia: los boirenses de Triángulo de Amor Bizarro y la orquesta Panorama. Tras el grupo caldense, DJ Matrek se comió el escenario ante cerca de 5.000 personas. «Fue la que más me impactó y en la que más me divertí. Es un objetivo que no todo el mundo puede cumplir en su pueblo. Me quedé muy contento con mi trabajo», remarcó.
Todo empezó hace cerca de diez años. Manuel Treus estudiaba un ciclo de Formación Profesional en Telecomunicaciones. Allí conoció a un amigo que practicaba como pinchadiscos. «Me abrió los ojos», recuerda el boirense. «Nunca me gustó beber, prefería ir a las fiestas a bailar. Luego me di cuenta, cuando veía al disyóquey, que yo quería estar ahí animando la fiesta», recuerda. Una habilidad que es, precisamente, una de las virtudes que muestra DJ Matrek en su espectáculo. El barbanzano acostumbra a poner temas comerciales. «Mi forma de animar a la gente es lo que marca la diferencia. La música es para casi todos la misma, las modas son las modas. La claves está en cómo la gente se entretiene contigo», resume el mediapunta del Sporting Lampón, capaz de alzar cientos de manos con clásicos como Danza kuduro. También, cómo no, atiende a peticiones: «En una de las últimas fiestas que estuve, antes incluso de empezar, ya me decían: ‘Manu, pon la de Shakira [BZRP Music Sessions, Vol. 53]'. La tuve que poner de primera», apunta el disyóquey.
Manuel Treus es un pinchadiscos autónomo desde hace casi cinco años. Este año mejorará considerablemente sus actuaciones, tras adquirir un camión y un escenario propio. «Ahora podré ir a las fiestas y montar mi espectáculo», afirma un DJ Matrek que ya es un clásico de los carteles de las distintas fiestas de la comarca de Barbanza.
Antes de la vorágine de los carnavales, el boirense volverá a enfundarse la camiseta amarilla y azul del Sporting Lampón. Le esperan sus vecinos del Galicia Bealo y ahí no habrá baile que valga.