Los libros para niños triunfan entre la oferta de las bibliotecas de Barbanza

Celia Riande García
celia riande RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

Los centros registran un gran número de visitas, pero pocos usuarios activos

21 ene 2023 . Actualizado a las 21:05 h.

Las bibliotecas son aquellas grandes olvidadas pese a sus pequeños momentos de esplendor cuando se acercan los exámenes. Es una idea extendida que cada vez es menor el número de personas que hacen un uso activo de los libros que ofrecen, pero lo cierto es que todavía resisten aquellos que ojean sus ejemplares, caminando con cautela por sus pasillos.

Frente a esta tendencia y la idea general de que el uso de estos espacios se está perdiendo, un rayo de esperanza: prácticamente la mitad de los usuarios de las bibliotecas municipales barbanzanas son lectores infantiles. Ya sea por el ahorro de los padres a la hora de encontrar ejemplares de lectura obligatoria del colegio, o por un interés genuino de las criaturas, lo cierto es que este dato parece indicar que, pese a todo, sí hay relevo.

Usuarios poco activos

El poco aprovechamiento de los recursos salta a la vista cuando se comprueban los datos de las principales bibliotecas de la comarca. Es, por ejemplo, el caso de Boiro, donde, como acontece en todas estas dependencias, el número de inscritos queda muy lejos de la cifra de usuarios activos, es decir, quienes van de forma regular y hacen uso de las instalaciones y préstamos de libros. En esta instalación, el número total de usuarios es de 4.708, mientras que las que realmente sacan provecho de su oferta son 669 personas, es decir, apenas un 14,2% de un total en el que la mitad de los inscritos son público infantil.

Un recurso necesario

Pese a todo, los datos de préstamos en la comarca indican que las bibliotecas municipales continúan respondiendo a una necesidad latente de la población. Un ejemplo es el caso de Boiro, donde, teniendo en cuenta el bajo porcentaje de personas que usan activamente su biblioteca, los 7.566 préstamos llevados a cabo durante el 2022 son un buen indicativo. Algo similar sucede en la biblioteca de Ribeira, que pese a registrar cerca de 10.000 visitas anuales, apenas cuenta con 378 usuarios frecuentes, de los que 252 son lectores adultos y 126 niños.

En cuanto a los préstamos, la situación es similar. De un total de 3.989 libros que fueron extraídos de los estantes del centro ribeirense a lo largo del año, 2.484 fueron obras orientadas a la población adulta, y 1.499 de temática infantil.

Sin embargo, la que se sitúa a la cabeza en el ránking de la comarca es la biblioteca municipal de Noia, que cerró el 2022 con 2.921 usuarios y tan solo 2.400 préstamos, un contraste que responde al gran número de estudiantes que hacen uso de sus instalaciones exclusivamente para preparar exámenes, prescindiendo del servicio de libros arrendados.

Servicio de mantenimiento

Un caso más particular es el de la biblioteca de Outes, donde se aprovechó la pandemia para hacer limpieza y renovar su oferta. El edificio, que solía contener 14.000 libros, pasó a tener 9.000, procurando mantenerse a la vanguardia deshaciéndose de todo recurso que no se utilizara o estuviera desactualizado.En cuanto a usuarios, pese a haber empezado de cero con los registros de aquellos que hacen uso de sus instalaciones, cuentan ya con cerca de 200, un dato que una de sus bibliotecarias indica como muy positivo:«Os usuarios que temos, aínda que non sexan moitísimos, son fieis e moi activos. Despois da pandemia, foi como empezar dende o comezo de todo, polo que os valores que temos agora son moi bos tendo en conta o contexto».

Contrastes del usuario tipo: entre jubilados y público infantil

Sobre qué tipo de persona es la que se acerca a los centros de estudio barbanzanos, desde la biblioteca de Porto do Son aseguran que existen grandes contrastes: «A maioría dos usuarios son persoas maiores. Deuse un cambio moi brusco con respecto ao tipo de lector ou lectora dos anos 90. Naqueles tempos, o usuario medio era un estudante de colexio ou universidade, pero agora temos xubilados relativamente mozos, de 55 a 60 anos. Malia todo, segue habendo bastantes nais que traen aos nenos para introducilos na lectura. Realizamos moito préstamo de obras infantís».

Si tenemos en cuenta el factor de la lengua, desde la biblioteca de Ribeira sitúan en torno al 25 % la cantidad de obras en gallego, pese a la falta de datos oficiales: «É lóxico, en castelán publícase moito máis, pero inténtase que haxa sempre unha porcentaxe significativa na nosa fala. Ademais, aínda que non teñamos estatísticas sobre o tema, o lector de obras en galego é un perfil minoritario, pero moi fiel». En este sentido, desde la biblioteca de Porto do Son aseguran: «Os libros contemporáneos en galego teñen moita demanda. Teñen un público relativamente mozo, menor de 70 anos, que xa estudou o galego e que está interesado nas obras de proximidade».

En cuanto a los gustos de los lectores, casi todos los bibliotecarios coinciden en señalar la novela, concretamente la negra o histórica, como la ganadora indiscutible: «É o que máis gusta, e ao seu lector tanto lle da a Ildefonso Falcone como Marcos Chicot. En canto a autoras, Dolores Redondo ou María Oruña son as que máis aceptación están tendo», asegura el bibliotecario de Porto do Son.